El público terminó reconociendo a la figura de Bahía Basket
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Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com
¿Una figura de Bahía Basket? Difícil encontrar. ¿Un mérito? El equipo. ¿Resultado? Victoria ante Quilmes, por 83 a 65. ¿El premio? El reconocimiento del público. ¿Qué más puede pedir..?
Sin un jugador determinante y sí con un puñado de jugadores que se muestran cada vez más comprometidos, Bahía Basket infunde respeto por su claridad conceptual -más allá de poder o no desarrollarla siempre-, variedad de recursos, entrega y solidaridad. Acaso, de otra forma no podría ganar. Por eso, anoche le demostró a Quilmes que el equipo está por encima de cualquier individualidad. Así funciona.
Y el mérito fue, también, reaccionar a tiempo. Porque, si bien en el primer tiempo permitió sólo 27 puntos, empezó mal. Le corrieron, no retrocedió y, adelante, primero maquilló con dos triples de Gerbaudo y, después, con Thomas rompiendo el molde de los sistemas, aunque anotando y siendo un buen refresco para Rasio.
Redivo entró por Nocedal para desgastar a Baxley. La defensa se potenció y la visita no encontró mayores alternativas, haciendo un pobre 4-15 en tiros de cancha en el segundo cuarto.
A partir de los rebotes de Rasio, el equipo bahiense logró abrir la cancha y correr, al tiempo que mostró la frescura de Redivo (12 puntos en el segundo período) y puntos en la pintura de Cantón, escapando 37-23.
El trabajo de Nocedal fastidió a Baxley y ambos fueron al banco. Si bien la defensa decayó en intensidad, superó el bajón y ofensivamente Bahía fue una amenaza constante, sacando 16 de luz.
La visita, sin Baxley mejoró en defensa, Clark incomodó a Rasio y Quilmes metió un parcial de 12-3 (64-58) restando 5m10.
De todos modos, Bahía, que no estaba con su mayor lucidez, encontró la salida del juego por una situación puntual: Vildoza erró, cometió falta y recibió técnica (cuarta-quinta y afuera). Restaban 2m54. Ganaba el local 68-60. Eslava hizo 2-2 en libres, Mázzaro 1-1 y la reposición terminó con doble de Eslava: 73-60.
La solidez desde la conducción de Gerbaudo -a quien cada vez mejor suplanta Whelan-, se conjugó con la frustración visitante y el premio quedó en manos del mejor equipo, que plasmó un parcial de 15-5 en 2m54. Final feliz en Bahía.