Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Arens: “Estoy convencido de la decisión que tomé”

Buscando combinar estudio y deporte en EE.UU., se bajó del TNA de Olimpo y entrena en Bahía Basket.
Ya metido en el mundo Bahía Basket, el juvenil Facundo Arens escucha al técnico Sebastián Ginóbili. Podrá jugar en la Liga de Desarrollo.

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

“Creo que fue como un baldazo de agua fría. Nadie se lo esperaba”, admite Facundo Arens.

El juvenil de Olimpo, con sus convicciones claras, se animó a rechazar la posibilidad de seguir creciendo en el TNA con su club e insistió con un objetivo para el cual viene preparándose desde hace tiempo.

Siguió compitiendo con su categoría y en Primera, al tiempo que empezó a entrenar con Bahía Basket.

Una vez digerida la noticia, su círculo más cercano respetó su decisión.

“Franco (Maceratesi, el DT) me dijo que me apoyaba cien por ciento si yo consideraba que era lo mejor para mí. La gente de Olimpo -opinó- es muy apegada a los jugadores más jóvenes y supo entender el motivo de mi decisión”.

En el básquetbol universitario se han puesto estrictos en prohibir jugadores con pasado en equipos profesionales.

“Me costó bastante tomar la decisión. Sobre todo porque Franco me dijo que iba a tener más minutos y participación en el equipo. Además, dejaba un montón de amigos”, confesó Facundo.

Transcurridos unos tres meses, su cabeza está mucho más liberada.

“Estoy convencido de la decisión que tomé -aseguró-, no me arrepiento de nada y estoy muy contento en Bahía Basket. Lo que pretendía era priorizar el entrenamiento más que la competencia”.

—De todas maneras, vas a poder jugar la Liga de Desarrollo.

—Cuando hablé con Pepe (Sánchez) me comentó que estaba medio armado el equipo y no iba a tener lugar, pero como llevo tiempo con ellos y me va bien, me propusieron participar.

El respaldo de Allende

El entrenador Daniel Allende fue quien sembró la semilla para que la decisión de Facundo germinara.

“Siempre me inculcaba que estudiara inglés, por si surgía la posibilidad de irme. Y lo que yo pretendía era jugar y estudiar al mismo tiempo. El único sistema que me lo permite es la Universidad. Él -aseguró- fue quien me convenció”.

—¿El hecho de que Pepe haya transitado el camino que vos elegiste, te da mayor tranquilidad y confianza?

—Ni hablar. Él considera que este es el mejor camino, más allá de que ahora existen muchas posibilidades en la Liga Nacional o en Europa.

—¿Qué te movilizó para intentar transitar un camino que, definitivamente, es más complicado para llegar?

—Mis viejos, más que nada mi mamá, siempre me incentivó a que estudiara, para tener un plan B en caso de que fallara lo deportivo. De todos modos, mi decisión pasó porque necesitaba un cambio. En Olimpo estaba en una zona de confort, más allá de que entrenaba bien. Quería probar con otra ideología de juego y el paso previo para ir a Estados Unidos era Bahía Basket.

—¿El estudio es una excusa o estás convencido?

—No, estoy convencido. Por ejemplo, Pato Garino estudió marketing en básquet y le fue muy bien. También sé de jugadores que le dan mayor importancia al deporte. De todas maneras, en la universidad tenés que cumplir con las reglas que imponen.

—¿Tenés decidida la carrera a seguir?

—Me gusta kinesiología, pero no tengo en claro qué estudiar. Hay muchas más alternativas que acá.

Los aspectos a mejorar del escolta
“Este último tiempo fui ganando peso”

—¿Qué fuiste descubriendo en este tiempo del nivel profesional?

—Es mucho más profesional y todo el día tenés que estar pendiente de las comidas, el gimnasio, el kinesiólogo y los entrenamientos. Le dan mucha importancia a los chicos y siempre están predispuestos a entrenar al cien por ciento. Tuve que adaptarme a todo esto.

—¿Y en el juego?

—Bahía Basket se caracteriza por correr y la verdad que por venir de desarrollar otro tipo de juego tuve que adaptarme.

—¿En el aspecto físico dónde estás poniendo la lupa?

—Siempre tuve dificultad, porque me defendían jugadores más grandes o de igual altura pero mayor físico. Este último tiempo fui ganando peso. Me siento mejor.

—¿Y en lo estrictamente basquetbolístico?

—Tengo que afianzar el tiro de tres, el tiro de dos en movimiento, manejar el dribbling y las penetraciones de mano izquierda, pero creo que necesito mejorar de todo un poco.

—¿Sentís una presión extra por llegar sabiendo todo lo que moviste para lograr el objetivo?

—No lo tomo como presión, sí trato de hacerlo de la mejor manera y al cien por ciento, porque de quedar en el camino, sería en vano todo lo que estoy haciendo.