Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Juntan firmas para eximir de Educación Física a los federados

Valeria Marsans inició una campaña que tiene como objetivo evitar exponer a los atletas de alto rendimiento. “¡Es un boicot al deporte!”, exclamó.
Marsans dijo que sus hijos nadadores tienen que entrenar seis veces por semana, tres días en doble turno.

Por Ricardo Sbrana / rsbrana@lanueva.com

Valeria Marsans no es una madre más. Ella lucha contra la corriente, el sistema y las reglas monolíticas del sistema educativo provincial y nacional. Inició una campaña en las redes sociales para sumar adhesiones por algo que, considera, es de muy simple resolución: que a sus hijos nadadores, que a sus compañeros de equipo y que a todos aquellos deportistas federados de cualquier disciplina, de nuestro país, que compitan a nivel nacional y/o internacional, los eximan de cumplir con las clases de Educación Física, básicamente en el secundario.

“Es demencial que un atleta federado se pierda los entrenamientos por Educación Física. Esa fue mi motivación”, le dijo Marsans a “La Nueva.”.

Así justificó la apertura de un libro de firmas en la web y toda una movida en Twitter y Facebook: #EximirDeDeporteEscolarALosDeportistasFederadosDeNatacion. Obtuvo 1.800 firmas. Y en aumento.

“Tengo dos hijos nadadores que están federados. El menor, de 15 años, nada a nivel nacional, el mayor tiene 18 y entrena como cualquier otro federado, sin descollar. Tienen varios compañeros nadadores y que forman parte del equipo, que se desempeñan a nivel internacional. El conflicto con la escuela no era un tema. Pero este año se hizo tema”, dijo Marsans.

En la búsqueda de una alternativa, a Oliverio, el hijo menor, lo cambió de una escuela con doble escolaridad a otra de escolaridad simple. Pero se encontró con que el horario de Educación Física en la nueva escuela era a las 16, dos veces por semana.

"Los entrenamientos de los nadadores son seis veces por semana. Tres veces por semana tiene doble turno, es decir, va primero al gimnasio y después a la pileta. Es una preparación muy exigente físicamente”, explicó.

“Cuando planteamos el problema en el colegio no nos dieron muchas salidas. La directora me dijo que estaban atados de pies y manos, que no podían hacer mucho. La idea fue que Oli no fuera a gimnasia, se quedara libre y la diera en diciembre”, dijo.

“Tienen que cumplir”

Marsans argumentó que la situación no se reduce a un capricho de madre a pedir una excepción a la ley para sus hijos y entorno. También criticó la falta de consideración de las autoridades de los establecimientos, que no le perdonan unos minutos de demora en la llegada a clase.

"¡Es un boicot al deporte! Sólo pido flexibilidad (escolar) para los chicos que compiten a nivel elite", enfatizó.

“Comencé con lo de las firmas por el enojo que me causó toda esta situación. Estos chicos que nadan están expuestos a, por ejemplo, lesionarse un tobillo jugando un partido de fútbol en la clase. Los entrenadores (de natación) se ponen muy mal cuando los chicos concurren con lesiones que se produjeron en Educación Física”, afirmó.

A pesar de su particular reclamo, no se rinde.

“Estoy todo el tiempo juntando firmas porque no es algo que le importe a todo el mundo sino a los chicos mismos que se ven afectados y a sus padres. Algunos se enganchan y otros no”, reconoció.

Aclaró que no está en contra de la práctica deportiva escolar ni de una mayor exigencia a los eventuales eximidos.

“Tienen que ir a la escuela y cumplir. Y si hubiera que exigirles un desempeño escolar mayor, buenísimo. En general son chicos muy focalizados, no les va mal", afirmó.