Mauro Acuña tuvo su bautismo de fuego en el Micromidget y cumplió
Por Juan Andrés Vivallo / Jvivallo@lanueva.com
El último viernes fue un día muy especial para Mauro Agustín Acuña. El pibe de 13 años pudo ver concretado un viejo anhelo que arrastraba desde hace mucho tiempo, como vivir las competencias del Micromidget desde adentro, como piloto.
"Fue un debut muy lindo y el auto se lució. Me encantó ver tanta gente y realmente resultó mucho mejor de lo que esperaba", expresó a modo de presentación.
"Tuve muchísimas sensaciones fuertes, que uno no se imagina desde la tribuna", manifestó Mauro, quien finalizó quinto en la serie y cuarto en la Prefinal.
Estaba tan contento que ni se acordaba del momento de incertidumbre que tuvo que vivir en boxes después de la presentación de los autos en la pista. Era el momento de ingresar a la pista y el auto no arrancó hasta agotarse la batería. Pero el problema se solucionó y pudo largar su serie.
"Fue una linda serie donde la peleamos con Micaela (Mata). Durante dos o tres giros fuimos a la par hasta que hubo un toque y ella se escapó. Luego en la Prefinal, tenía la cuerda, pero me distraje en la largada y se me complicó el panorama. Luego intenté avanzar para poder entrar en la final o quedar tercero, como suplente, pero no se dio", comentó sobre su primera experiencia como piloto.
Confesó que desde muy pequeño asiste a las competencias de Midget, acompañando a su padre, a quien le manifestaba permanentemente su deseo de competir en Micromidget y que la oportunidad se presentó hace un mes cuando le ofrecieron un auto listo para correr.
"Mi papá no quiso dejar pasar la oportunidad. Fuimos a ver el auto, lo probamos y vimos que volaba. Se dio vuelta a preguntarme si me gustaba, pero antes que terminara de hacerlo ya le estaba contestando que me encantaba", dijo sonriendo.
--¿Pudiste probar antes de venir a competir?
--Fuimos una vez a la pista de Villa Arias a probar, pero más que nada para conocer mejor el auto. Salvo andar en bicicleta, antes nunca corrí nada. Solo tenía las ganas en la garganta por correr en Micromidget.