Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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"Salí campeón porque estábamos en el lugar donde teníamos que estar"

Julio César Monteros dejó atrás la primera semana como campeón de Midget., según cuentan, la más exigente en cuanto a lo mediático.
"Salí campeón porque estábamos en el lugar donde teníamos que estar". Deportes. La Nueva. Bahía Blanca

Por Mariano Arribas / marribas@lanueva.com

Parte de la personalidad de Julio César Monteros quedó al desnudo ni bien ingresamos a su domicilio del barrio Noroeste.

Al frente, en el patio, estaba el campeón, en compañía de sus colaboradores y de su padre José. Estaban activos, inquietos. Cada uno cumplía con una labor específica: uno se encargaba de limpiar el capot, otro las puertas, otro los neumáticos, y así. ¿El objetivo? Que el auto quedara reluciente para la foto. ¿A qué se apeló? Al trabajo en equipo, como cuando se obtuvo el campeonato.

“Soy muy organizado y prolijo, al punto de la perfección: cuando salgo a la pista tiene que estar todo apretadito, el auto limpio, los calcos bien pegados. Con los chicos venimos trabajando juntos desde el principio. Somos un grupo de amigos, y eso es fundamental”, valoró el flamante monarca del Midget, el 30º de la historia.

“Y aparte de ser ordenado, le dedicamos mucho tiempo al mantenimiento. Por eso este año el auto no se ha parado nunca”, agregó Rifi, ya relajado porque todo estaba en su debido lugar.

--Usualmente, en estos momentos de satisfacción pura, suele recordarse todo el esfuerzo que representó conseguir el objetivo y los tragos amargos que debieron atravesarse, ¿es tu caso?

--No. Hoy por hoy sólo estoy pensando en todas las cosas lindas. Haber podido lograr el campeonato después de lo que me ha pasado en mi vida personal es como un desahogo enorme. Soy consciente de que no es casualidad que haya peleado el título dos años consecutivos; evidentemente, venimos haciendo bien las cosas. Sólo que el año pasado Dios no quiso, y este sí.

--Ordenado, prolijo, simpático, y cuando la ocasión lo amerita, muy enérgico..

--Sí, soy muy calentón. En las injusticias, todo lo carismático y alegre se transforma en bronca. Pierdo la noción de las cosas. Soy encarador.

Uno de los episodios que mayor polémica generó a lo largo de la temporada tuvo a Monteros como protagonista. Ocurrió en la segunda semifinal de la 17ª fecha cuando logró el triunfo tras un sobrepaso con toque incluido sobre Marcelo Weimann. No obstante, un recargo de dos segundos lo relegó al tercer lugar, y a la prefinal.

--A esta altura, ¿te arrepentís de haber declarado “no quieren que yo salga campeón”?

--No, no. Para nada. Por más que las hay dicho en caliente, una vez que me enfrié pensaba de la misma manera. No salí campeón ahora porque me perdonaron un montón de cosas, todo lo contrario; salí campeón porque los demás tuvieron mala suerte y nosotros estuvimos en el lugar donde teníamos que estar. Tanto la gente que está al lado mío como la que no, vio que era una injusticia absoluta.

--¿Esta forma de ser te ha generado más enemigos que amigos?

--Es muy difícil hacer amistades dentro de la categoría. De todas formas, no tengo problemas con ningún piloto. Los que tienen problema conmigo son los que no me saludan. Igualmente, hubo muchísimos pilotos que nos han venido a saludar por el campeonato, y por lo que uno escucha, a más de uno le gustaría ser yo mismo. Entonces es como que inflás el pecho y decís “wow (sic), hay gente que se fija en lo que yo hago..."

--¿Esperabas algún saludo que no se terminó dando?

--Siempre se espera... Son circunstancias y cosas de la vida. Entiendo los enojos que pueda haber, pero se arrimó la gente que se tenía que arrimar.

"Sé que me estás preguntando por Fernando y Martín (Saldamando). Fernando se cercó, me vino a saludar, y me dijo que hagamos una buena final y que nos merecíamos estar ahí. La verdad que se lo agradecí. Con el que tuve mucha más afinidad, y que hoy en día duele la situación que estamos pasando, porque estamos alejados, es con Martín. Con él tuve una amistad y terminamos sin saludarnos por cuestiones de carrera. Pero bueno, pienso que el destino y la vida misma nos va a dar otra oportunidad de saludarnos, porque más de una vez, por dentro, tuve ganas de saludarlo y me terminé quedando en el intento", se sinceró.

Hay mucho más Rifi.