El día de Jonathan Luna: de la cárcel de Saavedra al Palacio de Tribunales
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El único acusado del femicidio de Micaela Ortega, Jonathan Luna, amaneció esta mañana en un pabellón de alta seguridad en la Unidad Nº 19 de Saavedra y alrededor de las 6 fue trasladado a Bahía en un patrullero del Servicio Penitenciario, junto con 4 oficiales que lo custodiaban.
Llegó al Palacio de Tribunales a las 7:30 y quedó alojado en la Alcaidía Departamental, al fondo del pasillo, hasta la hora del debate.
El juicio, que debió iniciarse a las 9:30, terminó comenzando a las 10, cuando el acusado fue trasladado por el ascensor hasta la sala principal, en el quinto piso, donde se realiza el juicio oral y público en el que declaran alrededor de 100 testigos.
Entró custodiado por 8 policías del servicio penitenciario. Llevaba una remera manga larga color "cremita", un pantalón deportivo negro y zapatillas rojas. Mantuvo la cabeza gacha y la mirada hacia el piso durante casi todo el debate. No miraba a nadie. Ni a su abogado, ni a los padres de Micaela ni al público que reclamó justicia cuando lo vio llegar.
Minuto a minuto: así fue la primera jornada del juicio
El interrogatorio de la jueza fue el único momento en el que Luna levantó su mirada. Y lo hizo exclusivamente para responder sobre sus datos personales.
—¿Nombre completo?
—Luna, Jonathan Omar.
—¿Edad?
—28 años.
—¿Tiene algún sobrenombre con el que se lo conozca?
—No.
—¿Su profesión? ¿A qué se dedicaba?
—A la construcción.
—Perdón, no lo escuché...
—Obra en construcción. Trabajé en la obra en construcción.
—¿Su educación?
—Hasta séptimo nomás.
—¿Su domicilio? ¿Donde vivía?
—¿Acá en Bahía? No me acuerdo... barrio El Saladero.
—¿Ha tenido otra causa anterior? ¿Fue condenado?
—Sí.
Esas fueron las únicas palabras de Luna. Cuando terminó el interrogatorio, volvió a agachar la cabeza. Su mirada nunca se cruzó con la de los papás de Mica.
Minutos después de las 11 la jueza ordenó un cuarto intermedio y 11:43, tras regresar a la sala, Luna habló con su abogado y le comentó su decisión: se quería ir.
Por eso, cuando volvió a hablar Mónica Cid [ya lo había hecho antes del cuarto intermedio], Sebastián Cuevas, abogado de Luna, dijo que su defendido se quería retirar hasta la lectura de los alegatos. Y se fue. Otra vez custodiado, en medio de insultos y críticas.
El juicio por el femicidio de Micaela continuará mañana. Según pudo averiguar La Nueva., Luna permanecerá en la Unidad Nº 19 de Saavedra hasta los alegatos.