El girasol tiene todo listo para que nadie le pise el poncho

Redacción de La Nueva.

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Guillermo D. Rueda

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“La campaña 2015 fue baja en cuanto a superficie. Estuvimos en los mínimos históricos. Además, si uno mira la evaluación de la siembra de girasol desde el año 2000 en adelante, advierte que es el típico cuadro de la empresa que se funde; todo para abajo”.

Luis Arias, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), contó la historia el cultivo hasta hace un rato nomás.

“Pero la quita de retenciones (NdR: 32% al grano y 30% al aceite) le ha dado un empuje al productor y le quitó una mochila grande a la rentabilidad del cultivo. El escenario es claramente distinto”, aseguró.

“Es que, a la hora de hacer los números, el productor es muy racional. Además, al sacar las retenciones también al maíz y al trigo, se nos permite tener rotaciones sustentables en cuanto al aporte de carbono 4. Seguir haciendo una rotación sojera, prescindiendo del aporte de mejora del suelo en cuanto a raíces y rastrojo, no era una buena señal a futuro”, amplió.

Arias, quien reside en la ciudad pampeana de General Pico, dijo que para la futura campaña habrá un aumento de, al menos, el 30% para la siembra de girasol respecto del año pasado.

“Esperamos alrededor de 1,6 millones de hectáreas en todo el país”, aseguró.

El mayor crecimiento se aguarda en el NEA, Chaco y norte de Santa Fe, con alrededor de 500.000 hectáreas.

“El resto de las zonas aumentará desde el 10 hasta el 30%. Habrá incidencia de la foto de la última campaña, donde la soja y el maíz tuvieron muy buenos rendimientos y acaso se vuelva a apostar por ellos”, admitió.

Arias recordó que el sudoeste bonaerense y el sur de La Pampa conforman una de las principales regiones girasoleras.

“Si sumamos el sudeste bonaerense, con el SOB y el sur pampeano, para lo que el afluente Bahía Blanca-Necochea, estamos en casi el 50% del país”, explicó.

“Sí hay diferencia en la producción. La zona de Rosario está destinada al refinado de aceite, al embotellado y a la comercialización directamente para góndola. Y algo para exportación con agregado de valor”, sostuvo.

“El eje Bahía Blanca-Necochea es prácticamente de exportación, porque de estos dos puertos sale aceite crudo. En 2015 se comercializaron desde allí 500.000 toneladas”, detalló Arias, en diálogo con La Nueva.

--¿Cuál es el futuro del girasol?

--Creemos que la Argentina no volverá a ser el primer productor de aceite como lo fue en 2000, cuando llegó a tener más del 50% del mercado mundial.

“Se han producido cambios no sólo en nuestro país, sino en el mundo en general, y en Ucrania en particular. Este es un país que se muestra más productivo, está cerca del mercado europeo, y por eso casi seguro de que nosotros no vamos a llegar a los 7 millones de toneladas en 4 millones de hectáreas.

“Pero creemos, como cadena, con una superficie de 2 M/H y con una producción de 4 M/T, puede ser viable y razonable para que todos los eslabones se vean beneficiados”.

--¿Y respecto de los rindes?

--En este sentido también vemos una buena perspectiva, porque se ha mejorado mucho. En los últimos cinco años tenemos un promedio, a nivel país, de entre 2.000 y 2.100 kilos (por hectárea). Cinco años atrás el promedio no superaba los 1.750 kilos.

--¿Cuáles son las correcciones que se deberían hacer en el SOB?

--Hay distintas situaciones. En una zona hay suelos arenosos y bajas precipitaciones. Y en la otra existen suelos más someros, con presencia de tosca y perfiles de baja profundidad de exploración de las raíces.

“En el primer caso lo importante es hacer un buen barbecho y acumular agua antes de la siembra del cultivo. Ahí podemos reunir 150 milímetros de agua; en suelos menos arenosos llegamos a casi 200 mm. Esto es casi el 50% del requerimiento del girasol en todo su ciclo. Si ya arrancamos con esas condiciones y le sumamos la probabilidad de lluvias que podamos tener durante el desarrollo, las variaciones de rendimiento serán menores.

“En suelo con tosca, si bien la acumulación en el perfil es menor por la inferior exploración de las raíces, también es importante el control de malezas. Y aquí han sido importante los girasoles CL como una herramienta clave para tener un cultivo limpio para que se puede aprovechar el 100% del agua porque, en casi todos los casos, el manejo del agua es determinante.

“Sobre estos parámetros hay que trabajar para poder incrementar los rendimientos. Tenemos ese compromiso y los resultados del proyecto nos avalan para seguir esta senda”.

¿Llegará la semilla?

De acuerdo con un informe de la Bolsa de Cereales porteña, en los núcleos girasoleros del sudoeste y del sudeste bonaerense, y el sur de la provincia de La Pampa, los productores esperan comenzar con la siembra en alrededor de 15 días.

De todos modos, una de las características es que se ha relevado una baja disponibilidad de semilla, que podría limitar la intención de siembra. Más al norte, esto ya se advirtió en la región delimitada por las localidades de Trenque Lauquen, Tres Lomas y Pehuajó.

En ambos casos, la intención de siembra podría sufrir modificaciones en función de la disponibilidad del material genético.

Mientras tanto, y de acuerdo con el informe de la Bolsa de Cereales de este jueves 29, la ausencia de precipitaciones detuvo algunas labores de siembra en las regiones centro-norte de Córdoba y núcleo norte.

En el centro-norte de Santa Fe se dio por finalizada la implantación, restando sólo algunas siembras puntuales sobre el sector sur.

A este mismo jueves, la siembra de girasol en el país es del 30,9% para una superficie, que se sostiene, de 1,6 millones de hectáreas.

De las 500.000 hectáreas ya implantadas, el 57,6% se concentra en el núcleo productivo del Chaco y el 39,4% en el norte de Santa Fe.

En el NEA, los lotes de girasol continúan diferenciando entre 6 y 10 hojas (V6-V10), bajo condiciones de humedad y sanidad adecuadas. A su vez, la oleaginosa mantiene una buena condición de cultivo, donde se realizaron aplicaciones preventivas contra gorgojo.

En el centro-norte de Santa Fe, luego de relevarse las últimas incorporaciones de lotes tardíos en las localidades de Rafaela y Ceres, una gran proporción de lotes fueron implantados bajo el uso de labranza convencional, con el fin de aumentar la temperatura del suelo, mejorar el manejo de malezas resistentes a herbicidas y homogenizar la cama de siembra.

En cuanto al crecimiento y desarrollo de la oleaginosa, los lotes implantados sobre el comienzo de la ventana óptima de siembra para la región, se encuentran en la etapa de diferenciación foliar (V2-V8), mientras que los últimos en ser incorporados aún están en emergencia.

Días previos a esta publicación, la siembra se desarrollaba lentamente sobre las regiones centro-norte de Córdoba, núcleo norte y centro-este de Entre Ríos, donde la escasa humedad presente en los primeros centímetros del suelo demora el avance de las sembradoras sobre los últimos lotes disponibles.