Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Crisis, deudas e incertidumbre

   L a economía de los clubes y la crisis del fútbol argentino se agudizan día a día. La incertidumbre sobre la reanudación de los campeonatos, el reclamo de Agremiados ante el Ministerio de Trabajo por sueldos atrasados y el llamado a Asamblea Extraordinaria para elegir presidente dentro de poco más de un mes dominaron la escena en la primera semana de 2017.

   Los 350 millones de pesos comprometidos por la AFA para diciembre aún no aparecen y las deudas en las tesorerías se siguen acumulando. Hay entidades de Primera división que hicieron un presupuesto en base a los ingresos de la TV para 2016 y cobraron hasta $ 23 millones menos. Esta situación, sumada a los ya comunes desajustes generados por los propios dirigentes, derivaron en las consecuencias que están a la vista.

   La crítica coyuntura impacta de lleno en los futbolistas y los empleados de otras áreas de cada institución, que no cobran desde hace varios meses. Por caso, los planteles de Unión, Newell’s, Gimnasia y Olimpo demoraron el comienzo de la pretemporada por el dinero que se les debe a sus jugadores.

   Por lo pronto, mientras infructuosamente se buscan soluciones y continua el “tironeo” con la Comisión Normalizadora, la segunda parte del certamen superior que debía arrancar el 5 de febrero se pospuso inicialmente para el 12. Se trata de una medida sólo para ganar tiempo. En las actuales condiciones, la vuelta del fútbol parece una utopía.

   Si el Gobierno no destraba los $ 530 millones (los 350 mencionados más otros 180 en carácter resarcitorio por la cancelación del Fútbol para Todos), será imperioso hallar en lo inmediato un socio comercial. Sin embargo, el nuevo contrato de la televisión también se demora. ESPN y Turner/Fox se mantienen entre las dos empresas que pujan por asegurarse los derechos de los partidos de Primera en el futuro más cercano. No obstante las urgencias de los clubes, las charlas no progresaron por considerar insuficiente la oferta y el convenio está lejos de firmarse.

   A la mencionada escasez de dinero se agregan también los conflictos políticos que se vienen sucediendo desde 2015. Y como las diferencias nunca se zanjaron, el nuevo año volvió a encontrar a la dirigencia dividida. Por un lado están los clubes de la A que se aferran a una Superliga y por el otro, los del Ascenso que se niegan a avalarla.

   Además, el frente encabezado por Claudio Tapia (Barracas Central) y Daniel Ferreiro (Nueva Chicago) se niega a resignar su poder en AFA y el jueves hizo una demostración de fuerzas en la autoconvocatoria que terminó en el pedido de Asamblea Extraordinaria para elegir presidente el venidero 15 de febrero.

  El requerimiento electoral, que en 72 horas deberá ser refrendado por los normalizadores y aceptado por la FIFA y la Conmebol, supone una afrenta directa a la CN, en su función de administrar el fútbol argentino hasta que se modifique el estatuto que está siendo analizado en Zurich.

   Incluso, ayer cobró fuerza la posibilidad que los más de 20 clubes de Primera que no participaron del encuentro del Ascenso -Olimpo sí lo hizo-, pactado en el edificio de la calle Viamonte, se separen para jugar paralelamente la Superliga. Un caso similar se registró en 1992 en Inglaterra y dio origen a Premier League.

   Sin acuerdos y ahora sin recursos, la AFA se encamina hacia un callejón sin salida. Y hoy, nadie sabe cómo terminará esta historia.