Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Jack Sparrow se embarca hacia la aventura en "Piratas del Caribe: La venganza de Salazar"

Se estrenará en los cines de Argentina este jueves, tanto en formado 2D como 3D.
Fotos: Télam

   Piratas del Caribe: La venganza de Salazar, la quinta película de la saga de aventura fantástica y piratas protagonizada por Johnny Depp en el rol del Capitán Jack Sparrow, con la que Disney busca revitalizar la franquicia, llega este jueves a los cines argentinos en formato 2D y 3D.

   Iniciada en 2003 con La maldición del Perla Negra, la cuarta entrega de la serie, Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, hace seis años, pareció anunciar la sepultura cinematográfica de la saga, ante una poco alentadora recepción de la crítica y la caída de audiencia en una película que había perdido muchas de las angeladas figuras de la trilogía inicial, pero Sparrow sobrevivió y ataca de nuevo.

   Con dirección de los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg, Disney encaró una revitalización de la historia con un relato en el que un grupo de fantasmas liderados por el español Salazar (Javier Bardem) escapa de décadas de encierro en el “Triángulo del Diablo” para cazar a todos los piratas y así forzar a Sparrow a unirse con su eterno amigo-enemigo, el capitán Héctor Barbossa (Geoffrey Rush).

   Quienes también reaparecen, aunque muy brevemente, son Elizabeth Swann y Will Turner (Keira Knightley y Orlando Bloom), y es su hijo Henry (Brenton Thwaites) quien pone en marcha la trama cuando se propone encontrar el tridente del dios del mar Poseidón para liberar a su padre de la maldición que lo ata al Holandés Errante por toda la eternidad.

   La astrónoma Carina Smyth (Kaya Scodelario) no solo le brindará la asistencia necesaria para interpretar las pistas y mapas que toda historia de búsqueda de tesoros necesita, sino que ocupará el lugar dejado vacante por Knightley y Cruz como la chica ruda, la “princesa que se salva a sí misma” que Disney ha incluido durante los últimos años, en detrimento de sus históricas damas-en-apuros dependientes del músculo del hombre.

   Una fugaz aparición de Paul McCartney como “el tío Jack” del personaje de Depp, en un guiño a quienes habían visto al guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, interpretando a su padre en la entrega anterior, completan el elenco.

   La película, con unos 320 millones de dólares de presupuesto, se apoya también sobre sofisticados efectos digitales, como los que fueron utilizados para rejuvenecer a Johnny Depp para presentar una versión adolescente de Jack Sparrow, y un potente nivel de producción.

   Es que la producción de la película recreó especialmente en los estudios de Queensland, Australia, una colonial ciudad caribeña de Saint Marteen, incluyendo un banco entero del siglo XVIII, y 11 barcos construidos sobre bases con movimiento computarizado montados delante de pantallas azules inflables gigantes, que serían reemplazadas por el cielo y las olas durante la posproducción. (Télam)