Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Tan rápido rodaron las ruedas que el viaje ya llega a su fin

Con un taller a realizarse hoy, culmina la muestra itinerante de una colección de trenes de juguete.
Así empezó la aventura que hoy arriba a su destino final.

La muestra itinerante "Qué rápido ruedan las ruedas del ferrocarril " que paseó una colección de trenes de juguete de todas las épocas por los vagones del servicio ferroviario que viaja entre Constitución y la Estación Sud, llega a su fin.

Y lo hace con un taller para chicos que pondrá en marcha una fábrica de locomotoras y vagones de cartón.

Hoy, a partir de las 16, todos los que quieran participar están invitados a imprimir y armar en el taller de serigrafía de Ferrowhite, una gran flota de trenes en miniatura que después se podrán llevar a sus casas.

Además, vendrán a jugar los amigos del Museo del Juguete de Boulogne (San Isidro), socios en este proyecto que ganó en octubre pasado el concurso "La Coronación", organizado por la Fundación TyPA, de Argentina, y la American Alliance of Museums, de los Estados Unidos, en el marco de las jornadas "El Museo Reimaginado".

La actividad, a desarrollarse en Juan B. Justo 3885, de Ingeniero White, será gratuita y para todo público. No se suspende por lluvia ni hace falta inscripción previa.

El Museo del Juguete de Boulogne y Ferrowhite se subieron al tren de pasajeros que une Bahía Blanca con Buenos Aires para inventar por sus pasillos un pequeño museo ambulante con locomotoras de lata.

Catorce horas dura el viaje entre Buenos Aires y Bahía Blanca arriba de la formación de Ferrobaires. Catorce horas sobre una ruina que rueda sobre vías que parecen más viejas que el Partenón. Mucho tiempo con poco y nada por hacer. Correr un trencito “Matarazzo” por los pasillos de un coche clase turista que traquetea destartalado, acaso sea la ocasión para tensar la imagen de los servicios ferroviarios de los últimos años con los pronósticos de prosperidad que forjaron nuestro imaginario.

Sobre esa premisa, surgió la idea de de crear un museo en miniatura.

"Un museo con rueditas para llevar las reliquias del ferrocarril soñado hasta los postergados pasajeros del ferrocarril real.

"Y para jugar, porque de eso depende nuestra capacidad para modelar el porvenir. Puede que al cabo del trayecto ya no se sepa si viajamos en un tren de juguete o jugamos con uno de verdad", subrayan sus organizadores.