Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Diego Reinhold, orgulloso papá de “Bulebú”

Actor, humorista, bailarín, músico, cantante y productor, nos presentará, esta noche, su espectáculo ganador del Carlos de Oro 2015. "Es como parir un hijo. Tiene todo lo que soñé de un show", asegura.
Diego Reinhold, orgulloso papá de “Bulebú”. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

Por María Inés Di Cicco / mdicicco@lanueva.com

“Alucinante" es la palabra que Diego Reinhold utiliza para describir la totalidad de la experiencia que viene realizando con su espectáculo Bulebú, desde su génesis, hasta la gira que hoy lo trae a Bahía Blanca.

Hará una sola función- presentación del show que mereció el premio Carlos de Oro, en la última temporada de verano entre las sierras de Córdoba, a las 21, en el Teatro Municipal, y partirá hacia Buenos Aires para continuar con los varios proyectos que lo ocupan.

"Quiero a este espectáculo como si lo hubiese parido. Lo quería hacer desde hace mucho, mucho tiempo; me decidí, empezó a crecer y me dio la oportunidad de ir a realizar temporada de verano en Carlos Paz y de llevarme el Carlos de Oro", cuenta a "La Nueva.

"Es impresionante todo lo que este show arrastra con él", expresa como quien observa a una criatura que, en el andar, tomó vida y destino propios.

Reinhold dice que aunque el esfuerzo de producción de espectáculos que compiten en plazas tan grandes como las de Mar del Plata y Carlos Paz en el verano, varía según la logística de cada uno, pero crear un show de alta calidad lleva tiempo completo.

"Para nosotros significaron tres a cuatro meses de labor muy intensa, hasta recrear exactamente lo que queríamos en escena.

"Uno va adquiriendo oficio, pero cada nuevo espectáculo presenta un desafío y las alternativas técnicas también obligan a probar e innovar. Es inevitable en el mercado comercial", indica.

El plural incluye a Ivanna Rossi --recientemente galardonada con un premio ACE, por su trabajo en Forever young-- y su marido Sebastián Codega, humorista y una figura del ruedo musical.

En esta puesta, Alejandro Zucchi, bailarín y coreógrafo de carrera internacional; Gaby Goldman, arreglador vocal, varias veces premiado; Alejandro Goldstein, arquitecto y director de arte; Vicky Vidal, vestuarista; Lautaro Azcuy, diseñador digital; y las fotos de Alejandra Viviana Aranda son valores agregados.

"Queríamos ofrecer a la gente motivos para reírse mucho y disfrutar de la música, y creemos que lo logramos. Tenemos, en cada función, esa danza entre el baile, la música, la risa y el talento que solo a veces se alcanza", dice satisfecho.

"El hilo dramático se instala en el contexto de una radio antigua, con programas, tandas publicitarias, noticieros.

"Están la música que me gusta, los bailes que quiero, canciones de amor, números cómicos y monólogos detenidos en los años 30, en el corazón de Palermo, con cena y pista de baile...

"Todo se convierte en una parafernalia de situaciones que se suceden y que a la vez son absolutamente diferentes entre sí, y hay sorpresas super originales que la gente no imagina hasta que se las presentamos", anticipa el artista a modo de tentación para el espectador.

En otras escenas

A fines de junio, Bulebú bajará de la gira.

"Estamos desde marzo, todos los fines de semana haciendo tres o cuatro funciones y ya resulta agotador. Amamos lo que hacemos, pero no prentendemos inmolarnos", confiesa un Reinhold risueño, y cuenta que el tiempo entre semana le sirve para conjugar las cuestiones personales con la preparación de Pucha, la obra de stand up que dirige y estrenará a comienzos de julio en Buenos Aires, y con la ONG Conceptos Sencillos que representa y que procura dar hogar a chicos sin techo.

"Ya tenemos una casa para poner un hogar y presentamos un proyecto de ley, además de asociarnos con la Fundación Guido Messi y de realizar una función a beneficio", expone.

"También conseguimos convenios con el Ministerio de Cultura de la Nación para realizar trabajos con chicos de los pueblos originarios, en un recorrido de diez días.

"Implica un trabajo muy grande, así que tengo ganas de dedicarme un tiempito a eso, más allá de dirigir Pucha y de preparar, seguramente, otro espectáculo para llevar a alguna plaza de verano.

"Eso ya lo tengo en mi cabeza, se está moviendo y a buen puerto llegará, porque voy a estar con los mejores", augura.

"Por fortuna, tengo profesión, y es cierto que con la intervención en el Bailando por un sueño --en 2014, junto con Lourdes Sánchez-- me terminó de poner una marca, como la de las zapatillas o las comidas, que me abrió puertas enormes para lo que significa el trabajo social que estoy realizando.

"De todos modos, mi camino nunca pasó por el mero hecho de ser famoso. Trabajo por gusto y me arriesgo a la experiencia. Algún día, quizás, me pueda sentar a un costado a ver cómo aquello que sembré, crece, ya sin mi intervención; como sucede con los hijos", concluye.