Un banco, dos mujeres, toda la vida

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Por María Inés Di Cicco / mdicicco@lanueva.com

Entre nos se estrenó este año, el 8 de marzo, para celebrar el Día de la Mujer. Cuatro funciones más hasta abril y un descanso mediaron hasta un nuevo ciclo que comenzó el pasado fin de semana y completará con dos presentaciones, esta noche, y el sábado que viene, en EPA (Israel 88).

De Santiago Serrano, tiene dirección y puesta en escena de Gladis Colontonio, asistencia de Virginia Aparicio y actuaciones de Adriana Laballén y Andrea Gorosito.

“Leonor quedó embarazada a los 19, del primer novio que tuvo --cuenta Adriana sobre su personaje--. Se casó con él y se convirtió en madre y ama de casa, del tipo de las que no salen a la puerta y que se quedan estancadas en el tiempo, porque el marido trabaja, los hijos crecen y se van, y ella sigue atada a las obligaciones del hogar sin permitirse ver otro mundo.

"Por eso se la ve algo descuidada en su aspecto, muy poco actualizada, y cuando se cruza con Laura, la mira como a un bicho raro.

“Y Laura tiene más o menos su misma edad, pero no formó una familia y se dedicó a su profesión --señala Andrea--. Se siente muy femenina y cuida mucho de su presentación personal. Por eso, desde el primer momento este encuentro casual con Leonor, la confronta con otra realidad”.

El banco de una plaza es el sitio donde la vida une a las protagonistas por el lapso de espera del próximo colectivo.

“En la conversación que entablan, cada una habla de su modo de vivir y de las decisiones que las llevaron a tener la realidad que les toca y la defienden, porque la imagen de la otra les devuelve lo bueno y malo de lo que hubieran sido si sus circunstancias o elecciones personales hubieran sido otras”, van explicando a dúo.

En el espectador, entienden, quedan las conclusiones. De allí que se los convoca a visitar esta obra.

Tarea de exploración

Gorosito confiesa que, a primera lectura, no tuvo dudas de que Colontonio le asignaría el personaje de Laura.

“Jamás me hubiera puesto en la piel de Leonor”, subraya.

“En mi vida personal soy mucho más parecida a Laura que a Leonor. Tengo un sobrino que vive en el sur, y que en el Facebook me escribió que `iría solo para verte tejer´”.

Andrea también reclama lo suyo.

"Yo no estoy muy lejos de Laura en la cuestión del trabajo y la familia, pero ella tiene esa actitud de diva encarnada que no estaría siendo mi caso”, afirma.

Bromas aparte, ambas exponen la propia confrontación con esas mujeres que deben rescatar de su interior para sacar a escena, mientras que la directora asegura que "en escarbar en el alma de ellas consiste mi tarea".

“Si yo pongo a Adriana a hacer de Adriana, y a Andrea a hacer de Andrea, me pierdo de lo más rico que se puede sacar de una interpretación. Sería muy mezquina si se limitara a darles órdenes superfluas.

“Gladis tiene la ardua tarea de desterrar de nuestro chip los prejuicios que traemos incorporados, cada una a su modo y desde su crianza y herencia familiar y social”, enfatiza Gorosito.