Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Los sueños y miedos de Alejandro Dambrosio

El actor y bailarín local regresará el sábado como parte del elenco del show de Fátima Florez.
Alejandro Dambrosio, en el reparto de Fátima y también en primera persona.

Maximiliano Palou / mpalou@lanueva.com

“Los miedos de mis viejos eran que yo sufriera y que pase hambre”.

Alejandro Dambrosio superó esos miedos que en algún momento se le hicieron suyos. Lo respaldaba ese sueño de chico por ser actor que hoy, a los 38 años, todavía recuerda. Estudió teatro y danza. Y dice que también le interesaba la comedia musical.

El bahiense estará el venidero sábado en las dos funciones de Unica. La presidenta del humor, obra que lidera la imitadora Fátima Florez, en el Centro Cultural Don Bosco.

“Es una posibilidad de laburo constante que a veces no pasa con otros espectáculos. Empezó como un trabajo de verano y terminó siendo fijo. Además del dinero me da la posibilidad de crecer haciendo algo que nunca había hecho”.

--¿Existe todavía el prejuicio de lo popular como algo menor?

–- La gente que va a ver ópera al Colón no es la misma que busca ver a Fátima, pero es eso, nada más: un público distinto. Yo trabajé con Los Pimpinela y en esos shows populares el contacto con la gente es más directo. Siente al artista más cerca.

–- ¿Te llevás bien con eso?

–- El miedo es que te encasillen como un actor liviano. A mí me encantaría hacer televisión, cine. Por ahora hago teatro, pero hay que transitar por distintos lugares.

Nino y los viejos

Alejandro Dambrosio dice que quiere venir a Bahía con su show ¡Bravo, Nino!

“Es un musical con una historia de amor en base a canciones de Nino Bravo. Se me ocurrió porque tenía ganas de cantar algo que no fuera comedia musical y una amiga me lo sugirió. Me terminé enamorando de sus canciones. Nino Bravo está sonando todo el tiempo”.

–- Volviendo a lo que querían tus viejos...

– -Me recomendaban que siguiera algo relacionado con lo tecnológico. Pero por suerte cuando hice gira con (Pepe) Cibrián me pudieron ver en Bahía. Para mí fue buenísimo que ellos me pudieran ver haciendo un musical. Fue increíble.

"Se podría decir que los convenció. Que para `el nene´ no era un capricho ni un hobby: era su vocación, su laburo. Y del que vivía.

“La pasé ajustadísimo, pero siempre confié en la energía que tenía. Hoy sigo haciendo lo que quiero: cantar y actuar”.

Algo pendiente

“Bahía tiene ganas y se genera mucho. Se puede decir que la ciudad posee su propia movida artística", opina Alejandro sobre el paño.

–-¿Y por qué no te quedaste?

–- Ya de chico no me veía en Bahía, pero eso es muy personal.

"Sé que tengo una asignatura pendiente con hacer algo aquí y que eso a la vez active a quienes están dudando".