Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

El Creador también va al diván

Llegarán Thelma Biral y Juan Leyrado, dirigidos por la reconocida Lía Jelín, con la exitosa obra Díos mío, premiada con el Estrella de Mar. Mañana y el domingo, en el Teatro Municipal.

Dios mío fue premiada como la obra del año en los últimos premios Estrella de Mar, su directora últimamente llevó a escena a otras comedias exitosas como Toc Toc y El placard, sus protagonistas son reconocidos y admirados en todos los ámbitos. Por eso este fin de semana se vendrán dos citas imperdibles con el mejor teatro,

Serán mañana, a las 21.30; y el domingo, a las 20.30, en Teatro Municipal.

Dirigidos por Lía Jelín, Thelma Biral y Juan Leyrado, más la participación de Esteban Masturini, protagonizan la pieza de Anat Gov, una de las más importantes escritoras y dramaturgas israelíes.

Se anticipa como una obra cautivante y original, un espectáculo con humor audaz que pone en escena las inquietudes y dilemas existenciales de Dios al asistir a una sesión de terapia como un hombre cualquiera, un hombre real, un hombre de hoy…

Ana es una psicóloga prestigiosa que un día recibe una misteriosa llamada de teléfono de alguien que pide su ayuda y solicita una sesión.

En ese encuentro, ella descubrirá que tiene ante sí a un Dios en crisis, abatido por el mundo actual y dispuesto a terminar con toda su creación. ¿Por qué no está satisfecho con lo que él mismo creó?

Esta comedia cuenta con ingenio e ironía una historia en la que se mezcla el humor con grandes reflexiones sobre el significado de la vida, dando lugar a una serie de situaciones filosóficas.

Potente y original

“Es un obra bien potente, muy original, muy diferente, muy cuestionadora y, también por momentos, atrevida pero respetuosa porque habla mucho de las religiones, pero no ofende”, dice Biral.

“Cuando leí Dios mío me atrapó de entrada, es una historia tan original por pensar que Dios venga a hacer terapia. Se pone por encima de un tiempo de tolerancia que vivimos porque está inteligentemente pensada y diagramada”, agrega.

“Me encanta armar al personaje y una vez que lo tengo construido y bien clara la historia, es difícil que lo mueva. Además, soy muy respetuosa también con la dirección porque hay que aceptar las reglas negociando con lo que uno quiere y respetando lo último que el director dijo y puso en escena”, finaliza.

Visión y vivencia

"Dios decide analizarse y viene a nuestro mundo, baja o sube, depende de cómo se lo mire", cuenta Leyrado.

“Cuando leí la obra me gustó mucho, me divirtió. A las dos semanas de ensayar entré en crisis, por cómo iba a llenar las expectativas de cada ser humano que tiene su visión y vivencia muy personal de Dios. Ese fue un trabajo mío que lo vi hasta en análisis. Si tengo que interpretar a un mecánico o un médico, tengo una vivencia, los conozco, los miro, pero con Dios, ¿qué me pasa?

"Ahí empezó la introspección, tuve que bucear en mí y en lo que significa Dios para mí. El conocimiento que tenía era el cultural religioso de venir de una familia religiosa, haber tomado la comunión y hasta haber sido monaguillo. Era algo dado, no decidido por mí. No implicaba que hubiera tenido una experiencia interna con Dios”, acota.

El actor define a la pieza como una comedia con momentos muy tensos, sensibles, que sin ser una obra religiosa, muestra al Dios que cada uno puede llevar adentro, más allá de las religiones y los templos.

"Es el Dios casi hombre, y es muy lindo lo que le pasa y la relación que aparece entre ellos dos. Hay momentos en que toma conciencia de cosas, en relación a los seres humanos, su involución y cómo marcha el mundo", concluye.

Delicada y amorosa

“Tengo un muy buen olfato, me atraen obras que tienen que ver con lo que le pasa a todo el mundo", señala por su parte Lia Jelín.

“Es una obra de una delicadeza tan amorosa. Y los actores están espléndidos. Es inesperado lo que se habla. Se trata de las eternas preguntas que uno se hace en torno de la vida, ¿por qué a mí?, ¿por qué no a otro? Y llega un Dios realmente destruido, agotado, sin fuerza de nada. Y ella le pregunta: "¿Por qué a mí?", y el le contesta: "Porque usted no es de mis más grandes admiradoras", señala.

“Es divertida, llena de humor. Se trata de una propuesta muy inteligente de una autora que murió en 2012 de cáncer y escribió una comedia musical sobre esa enfermedad”, subraya la directora.

Anat Gov fue una de las dramaturgas más aclamadas en Israel, invitada por el Festival de Edimburgo en 2004; y distinguida con el premio Nacional Israelí por la comedia Queridos amigos, que registró más de 700 actuaciones, en el año 2000.

Las entradas se consiguen en boletería a 250, 230, 200 y 180 pesos.