Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Waters: “Ser hijo de Roger te ayuda, pero hay que sostenerlo”

Harry, tecladista británico hijo del líder de Pink Floyd, llegará a nuestra ciudad junto al guitarrista McNally.
Waters: “Ser hijo de Roger te ayuda, pero hay que sostenerlo”. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

Franco Pignol

fpignol@lanueva.com

No es nada fácil ser el hijo de alguien que fue uno de los mejores en su profesión. Desde la medicina hasta la música, todos los “hijos de" han tenido que pasar al menos un par de veces por el consultorio de algún psicólogo.

Algunos no pueden superar semejante presión por estar a la altura de lo que hizo su padre. Algunos tienen relativo éxito, otros no tanto.

En el ambiente musical son muchos los casos. Podemos citar desde los hijos de Bob Marley (Ziggy, Cedella, Damian, Stephen y Julian), hasta el heredero del mismísimo Paul McCartney (James). Todos se dedicaron a la música. Ninguno superó a su progenitor.

El próximo martes 21 de marzo llegará a nuestra ciudad el tecladista Harry Waters, el hijo del legendario Roger Waters (Pink Floyd). Tocará en el teatro Rossini (Mitre 225), desde las 21.30.

Se presentará junto al tremendo guitarrista Larry McNally (interpretaron algunas de sus canciones Rod Stewart, Joe Cocker y hasta The Eagles).

Las entradas se consiguen en San Martín 341 (Local 10).

Adiós cielo azul

Harry Waters ya conoce nuestro país. Acompañó a su padre en tres oportunidades: 2002, 2007 y 2012, cuando trajo el famoso espectáculo The Wall.

Su debut discográfico fue a los 3 años de edad cuando su padre incorporó una frase suya en la introducción del tema Good bye, blue sky.

El pequeño Harry dice: “Look mommy, there's an aeroplane up in the sky” (“Mira mami, hay un avión, ahí arriba, en el cielo”).

Ese niño creció y hoy es un gran pianista que toca jazz, fusión, blues y folk internacional.

Pero volvamos al mambo que puede generar tener un padre con semejante trayectoria.

“La verdad que sí, te ayuda a abrir puertas a veces, pero luego tenés que estar en condiciones de sostenerlo”, aclaró Harry dando a entender la seriedad con la que se toma su proyecto.

-Traés a Bahía tu propio proyecto ¿qué cosas te inspiraron de tanto girar con Roger?

-¡Son shows muy diferentes! Esto es muy minimalista en comparación, aunque he traído conmigo mi sentido de la música a larga escala y lo reduje a una banda de cinco piezas, sin visuales. Sólo la música.

-¿De qué se trata específicamente?

-El show comprende una banda con una formación original, de voces, teclados, guitarra, batería y bajo, mostrando nuestro nuevo material.

-¿Cómo nació este proyecto con McNally?

-Conocí a Larry en una fiesta e inmediatamente nos unió el mutuo amor por la música de Nueva Orleans. Comenzamos a tocar juntos poco después y pasamos los dos últimos años escribiendo canciones y puliendo nuestro estilo.