Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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El “Chino” Darín no quiere ser el eterno seductor

El hijo del premiado actor argentino se apresta a estrenar “Reina de España”, secuela de la comedia “La niña de tus ojos”, donde trabaja con Penélope Cruz.
El joven actor, que sigue afincado en España, cree que “El Aura” es la mejor película de su padre, junto con “Nueve Reinas” y “El Secreto de sus ojos”, de Campanella, y ganadora de un Oscar.

Agencia AFP-NA

Ricardo "Chino" Darín conquista a Penélope Cruz en La Reina de España, y a decenas de miles de seguidoras extasiadas ante sus sensuales fotos en Instagram. Pero el hijo del actor argentino Ricardo Darín rechaza que se lo encasille en el rol de seductor.

Heredó de su padre la sonrisa pícara y la pasión por el cine. A sus 28 años, ha cruzado la pasarela entre el cine argentino y español y la semana pasada presentó en el festival de Berlín la película dirigida por Fernando Trueba, secuela de la comedia La niña de tus ojos.

El director español reunió casi 20 años después al mismo elenco formado entre otros por Cruz, Antonio Resines y Jorge Sanz y apostó como nueva figura por Darín.

"De alguna manera me adoptaron", explicó en Berlín en entrevista a con la agencia de prensa AFP.

Darín encarna a un técnico de un filme protagonizado por la estrella de Hollywood Macarena Granada (Cruz) y ambos se entregan al arte de la conquista.

Pero el rol de seductor no es el que "más cómodo (lo) deja".

"Es la puntita del iceberg de un personaje, que debe tener alguna otra particularidad para ser completo", afirma el joven actor argetino.

Habla con naturalidad, sin artificios. Se le quedó el apodo de "Chino" de cuando era pequeño porque tenía los ojos un poco rasgados y así es como uno se refiere a menudo a los niños en Argentina. En realidad, se llama como su padre, Ricardo.

Cree que El Aura es la mejor película que ha hecho su progenitor, pero también menciona Nueve Reinas, dirigida también por el fallecido Fabián Bielinsky, así como El secreto de sus ojos (de Juan José Campanella), en la que él trabajó en la producción.

También hay algunos filmes de Ricardo Darín padre que no le gustan. Pero no los quiere mencionar para no "sepultarlo", y porque a fin de cuentas el cine es una cuestión "subjetiva".

Ricardo Mario "Chino" Darín empezó participando en series de televisión en Argentina y en España actuó el año pasado en los episodios de La embajada, que trata la corrupción.

Actualmente, multiplica los largometrajes y adelanta que trabaja en un nuevo filme del director uruguayo Alvaro Brechner (director de Mal día para pescar y Mr. Kaplan).

Pero cruzar estas pasarelas del cine iberoamericano no es fácil.

"Hay muchos actores intentándolo", así como historias que podrían converger y no lo hacen, explica.

"Es una materia pendiente. Todos conocemos historias que entrecruzan las vidas de personas de México, Argentina, Brasil, España (...) Pero es muy difícil a veces llevar eso al cine", admite, aunque confía en que las nuevas plataformas e internet faciliten ese intercambio.

Activo en las redes sociales, Chino Darín no cree que logre limitar lo que se publica sobre su vida privada comunicándose directamente con el público.

"Uno comparte lo que quiere y lo que no (....) no tiene manera de frenarlo".

Sitios como Instagram, donde tiene 440.000 seguidores, se han ido volviendo "cosa de celebridades e influencers pero espero que se diluya con el tiempo, porque me parece todo una locura".

El Chino, ¿ingeniero?

''Apenas terminé el colegio me inscribí pasa seguir Ingeniería Industrial. Siempre había tenido facilidad para la química y la física y pensé que ése era un camino muy interesante de seguir. En una charla que tuve con mi familia, papá me propuso un ejercicio: la idea era imaginarme en un futuro como ingeniero… Y ahí me di cuenta de que no sabía nada de nada'', cuenta.

"La manera en que se maneja en la vida, es lo que más le admiro a mi papá. Siempre trata de sortear las dificultades por el lado del humor, de encontrarle una vuelta para quitar tensiones a las cosas que quizá tienen un peso innecesario. Es muy relajado, es de los que dejan que las cosas fluyan. A pesar de que hay situaciones en las que se quiere matar, siempre les pone buena cara".