Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

El cine nacional espera pisar fuerte en 2017

Las producciones de nuestro país se caracterizarán este año por el regreso de importantes directores y la permanencia en la gran pantalla de rutilantes actores.
Ricardo Darín, uno de los nombres que dirán presente en el cine.

Después de un 2016 con alrededor de 190 estrenos de realizadores nacionales en salas cinematográficos, el 2017 ya promete, con fechas más o menos aproximadas, cerca de 80 títulos, sin contar las decenas que se pueden agregar a lo largo del año.

Algunos de los directores más rutilantes que volverán a las pantallas son Lucrecia Martel, Santiago Mitre, Albertina Carri, Israel Caetano, Daniel Hendler, Diego Lerman y Alberto Lecchi.

Los conocedores del tema aseguran que la cantidad no hace a la calidad, pero siempre ayuda que exista una cifra importante para que sobresalga un puñado de títulos que justifiquen la separación entre los filmes taquilleros de los que no son.

A diferencia de otras temporadas, esta no tiene por ahora un título estrella, al estilo de El secreto de sus ojos, Relatos salvajes o comedias pasatistas como Me casé con un boludo, pero sí surgen nombres de cineastas y figuras que siempre abren expectativas.

La salteña Lucrecia Martel, tras un largo proceso, estrenará en junio Zama, su versión cinematográfica del libro de Antonio Di Benedetto, que coproduce Pedro Almodóvar y aspira a convertirse en la gran propuesta de la autora de La ciénaga y La niña santa.

El primer mes del año llegará con una propuesta de género, Terror 5, de Sebastián y Federico Rotstein, así como el documental Mi último fracaso, ópera prima de Cecilia Kang, y Alta cumbia, de Cristian Jure.

Luego será el turno de Nieve negra, un thriller patagónico de Martín Hodara, con Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia en los roles estelares. Le seguirán Vapor, de Mariano Goldgrob, un viaje de la noche hacia el día, y la enigmática La valija de Benavídez, debut de Laura Casabé, con Norma Aleandro y Jorge Marrale.

Para febrero se conocerán La idea de un lago, un ensayo acerca de la ausencia y la memoria de la premiada Milagros Mumenthaler, que participó en el Festival de Locarno; el documental-ensayo Cuatreros, de Albertina Carri, poco antes de estar presente en Berlín, y también una comedia, la coproducción con Brasil La venganza, de Fernando Frahia.

El mismo mes se estrenará la coproducción Neruda, del chileno Pablo Larrain, un thriller armado a propósito de un momento político del autor de Los versos del capitán, con Gael García Bernal, Luis Gnecco y Mercedes Morán.

También llegarán Alanis, de Anahi Berneri, con Sofía Gala; y El candidato, de Daniel Hendler, con él mismo y Ana Katz.

Marzo llegará con varios debuts, como El silencio, de Arturo Castro Godoy; Esteros, de Papu Curotto; y Ley primera (La leyenda del gran chamán), de Diego Rafecas, con Armand Assante, Juan Palomino, Liz Solari y Tomás Fonzi.

Más tarde vendrán Maracaibo, de Miguel Angel Rocca, con Jorge Marrale y Mercedes Morán; la vuelta de Israel Caetano con El otro hermano, con Daniel Hendler y Leonardo Sbaraglia, y El peso de la ley, thiller debut como director de Fernán Mirás.

Abril llegará con Los que aman, odian, de Alejandro Maci, con Guillermo Francella y Luisana Lopilato, y Soy tu karma, comedia con Willy Toledo y Florencia Peña.

Nombres conocidos también llegarán en mayo, con Los padecientes, de Nicolás Tuozzo, con un elenco encabezado por Benjamín Vicuña, la China Suárez, Nicolás Francella, Angela Torres y Pablo Rago.

Junio parece un mes fuerte, porque se estrenarán Las grietas de Jara, de Nicolás Gil Lavedra, con Joaquín Furriel y Oscar Martínez; Mamá se fue de viaje, comedia de Ariel Winograd, con Diego Peretti y Carla Peterson, y Solo se vive una vez, del debutante Federico Cueva, que reúne a Peter Lanzani con Santiago Segura.

Para el segundo semestre, los título más fuertes serán La cordillera, de Santiago Mitre, donde Ricardo Darín compone a un presidente que, en una cumbre en Chile, debe sortear problemas políticos y personales; y ya en vísperas de primavera, la comedia El último traje, que marca el regreso del guionista Pablo Solarz como director, con Miguel Angel Solá.