Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Cuando el trabajo es terapia

De ser Rubén Donofrio en la TV a su creación teatral “El hambre de los artistas”, el actor Alberto Ajaka habla de su actualidad.
Alberto Ajaka (Agencia Télam)

Agencia Télam

El actor Alberto Akaja, quien con su compañía independiente Colectivo Escalada, en el porteño teatro Sarmiento, El hambre de los artistas, obra que escribió y dirige, admitió que elige abrevar en temas relacionados cona su profesión porque "es una forma terapéutica de entender todos estos años de trabajo".

Ajaka se hizo conocido, el año pasado, por interpretar a Rubén Donofrio en la exitosa tira Guapas, de Canal 13.

“No voy a negar que fue un personaje que pegó y se volvió popular, pero yo lo viví como algo normal. En realidad, creo que se conecta con esa buena experiencia que te permite acceder a otros espacios de trabajo. Y en ese punto, no puedo estar más que agradecido de haber formado parte de ese programa y de haber tenido la suerte de componer un personaje que el público quiso y con el que se identificó. Esa situación es la que nos permite muchas veces a los actores poder discernir después entre tres o cuatro opciones y no estar obligado a agarrar lo primero que venga, porque necesitamos laburar”, aclaró.

Sobre El hambre de los artistas, dijo que "es la tercera obra que hago sobre un tema que me interpela, que es la vida de quienes nos dedicamos a alguna de las ramas del arte, y para mí es una manera de comprender qué es lo que vengo haciendo desde que decidí dedicarme a ser actor", explicó el actor que pasó por Entre caníbales.

Una polifonía tragicómica

La trilogía teatral realizada por Alberto Ajaka, el actor que puso el cuerpo a Rubén Donofrio, el sindicalista reo y seductor que interpretó en la tira Guapas (El Trece), es ¡Qué siga la música! (2013) sobre las vicisitudes de una orquesta de cámara ahogada en la burocracia estatal; El director, la obra, los actores y el amor (2014); y, ahora, El hambre de los artistas.

 Sobre esta última, también montada junto al Colectivo Escalada pero la primera en desembarcar en un circuito de teatro "oficial" es, según palabras de su autor, "una polifonía tragicómica de doce protagónicos".

 La trama, sobre la que el actor prefirió no abundar, cuenta la historia de una antigua troupe de artistas detenida en algún lugar del pasado que viaja en el tiempo a través de un pozo ciego. Del otro lado, más acá en el futuro, se encuentran con un grupo de arrogantes que buscan tenderles una trampa.

 "Soy curioso de los derroteros biográficos, por eso sin querer hice una trilogía sobre el tema, terminé hablando siempre sobre este universo tan particular del que formo parte porque trato de entender qué es lo que me está pasando", admitió.

 El hambre de los artistas es la primera propuesta del grupo nacido en el off que llega a una sala del circuito de teatro llamado oficial.

 "La mayor relevancia que tiene eso para nosotros es el sueldo para los actores, la posibilidad concreta de vivir un par de meses de nuestro laburo. Porque nosotros, desde Colectivo Escalada, nunca ganamos plata, sólo nos llevamos algo simbólico", sentenció el actor que interpretó Macbeth en el Teatro San Martín.

 "De todas formas la novedad no es que el teatro emergente llegue a una sala oficial sino que lo haga una compañía, que es una estructura muy difícil de sostener en el tiempo justamente por la falta de retribución económica y la merma de la retribución simbólica.

 "Por supuesto, estar en una sala oficial permitió que el nivel de producción estuviera a la altura porque a pulmón no íbamos a poder hacerla a esta escala", sostuvo finalmente Alberto "Donofrio" Ajaka.