Paola Krum, la actriz feliz de un personaje conflictuado

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

 BUENOS AIRES (Télam) -- Aunque no lo tenía previsto, la actriz Paola Krum volvió este año al género de la telenovela con Montecristo, el éxito de Telefé que estelariza junto a Pablo Echarri y Joaquín Furriel.

 Según la propia descripción, interpreta a una mujer sufrida, dueña de una identidad que desconoce y sumida en un desconsuelo constante.

 A Krum, quien en televisión se desempeñó en tiras como Incosquistable corazón, Mujercitas y Sólo para parejas, entre varias más, ahora le tocó meterse en la piel de Laura.

 "Su vida resulta angustiante, porque no sólo es víctima de lo que no sabe, sino también del malo (Furriel) y del bueno (Echarri) de esta historia", subrayó la actriz.

 Alejada en su faceta personal de esos sentimientos que la invaden en la ficción, Krum contó que para componerlo tuvo que conectarse con "cosas densas", con "mucha oscuridad y confusión". "No es lo más agradable", admitió.


El desafío abordado

 En la tira, Laura convive con la obsesión de su marido, un hombre a quien no ama. También con el acecho y la sombra de Martín, su gran amor. Este volvió después de 10 años para vengarse de ambos por haberse casado, tras haberlo dado por muerto.

 También lidia con un pasado plagado de mentiras, ya que es hija de desaparecidos durante el último gobierno militar en la Argentina, algo que aún desconoce.

 "Es la historia más estructural de Laura, eso tiene que ver con quién es ella aún sin saberlo. Esto subyace a todo su comportamiento, resignifica un montón de cuestiones y explica por qué se somete a numerosas situaciones, a qué se deben sus reacciones", indicó Krum.

 "Todo tiene que ver con lo que le pasó y cuando descubra eso, va a clarificar su vida", agregó la intérprete.

 "Al no tener circunstancias similares cercanas, estoy leyendo material acerca de este tema, tratado por primera vez en una telenovela, y hasta tengo previsto un encuentro con las Abuelas de Plaza de Mayo", añadió.

 A partir de la terapia y de su propia inquietud, el personaje de Krum comenzó a buscar un cambio para dar un nuevo giro a su vida. Ella reconoció que en lo sucesivo a Laura le costará mucho sobrellevar esos conflictos porque son muchos los obstáculos que le esperan.


Programa y protagonistas

 La protagonista atribuyó el suceso del programa a la solidez de la historia.

 "Hace que la gente esté enganchada y los conflictos de cada uno de los personajes sean muy profundos", describió.

 Aunque había realizado algunas participaciones en la pantalla chica como en el unitario Mujeres asesinas, su último trabajo intenso en el medio fue en Epitafios, un policial que protagonizó junto a Julio Chávez y que se emitió a través de la señal de cable premium HBO.

 "Tuve que volver a adaptarme al ritmo de una tira, pero fue la mejor opción, porque resulta muy gratificante desde todo punto de vista y porque me interesaba componer a una mujer que tiene los conflictos de alguien de mi edad y que es madre", contó.

 En cuánto a cómo es compartir el trabajo con su pareja (por Furriel), la intérprete señaló que se encuentran en el trabajo como dos profesionales.

 "Podemos separar las cosas y nos divertimos mucho como dos actores", aseguró.

 Acerca de Echarri, Krum remarcó que el hecho de haber compartido varios trabajos (se conocieron en Sólo para parejas, que entonces significó la primera labor del galán como actor) hizo que se ahorrasen unos cuantos pasos.

 "Lo respeto mucho como profesional", subrayó.


Todo a su tiempo

 Aunque confesó que le gustaría volver a las tablas, la actriz sigue evaluando la posibilidad de concretar algún proyecto paralelo al de la televisión.

 "Ahora estamos corriendo más, grabamos mucho y está complicado", aseveró.

 A lo largo de su carrera en TV, Krum se desempeñó también en ciclos como La cautiva y Cuatro amigas, mientras que en teatro hizo Drácula, El jorobado de París, Puck, Aplausos y Sueño de una noche de verano.

 En su crecimiento actoral, siente que los dos espacios le aportan beneficios diferentes.

 "En una tira estás muy acostumbrado a tener una cámara adelante, hay una naturalidad con lo que uno dice y hace, porque existe un profundo conocimiento de quién es el personaje. Pero el teatro te lo da el trabajo previo y la continuidad emocional del personaje arriba del escenario", subrayó.