Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Inversión, un bien preciado e indispensable

Cada vez son más las voces que advierten sobre la salida para 2016: bajar el cepo y buscar financiamiento.

Después de una década de concentrarse en fortalecer el consumo, ahora la estrategia para recuperar el crecimiento perdido apunta a la inversión. Es decir pasar de una economía que privilegió la demanda a otra que se concentre en la oferta. Y en este punto coinciden en forma casi asombrosa los tres principales candidatos presidenciales.

Detrás de este planteo está la preocupación por la falta de dólares que sufre la economía argentina, como lo refleja la rápida pérdida de reservas que viene sufriendo el Banco Central, sólo en parte maquillada por el swap de monedas con China. Según las últimas estimaciones, luego de pago del Boden 2015 que tuvo que enfrentar el gobierno, las reservas líquidas que le quedan al Central no superan los u$s 5.000 millones. Alcanzarían para hacer frente un par de meses más a la demanda de dólar ahorro y para afrontar la demanda de divisas para quienes compran pasajes y paquetes para viajar al exterior el próximo verano.

Pero como se trata de una tendencia insostenible, alguna reacción deberá ocurrir a partir del 10 de diciembre. Y cualquiera de los candidatos sabe a esta altura que será imposible manejar la economía si antes no se fortalecen las reservas en poder del Banco Central, es decir hay que volver a atraer dólares. Sin esas divisas será imposible volver a crecer, porque además se agotó el modelo de inflar artificialmente el consumo.

Pero nada sucederá mágicamente ni tampoco alcanzará con el cambio de gobierno para conseguirlo. Antes, habrá que tomar muchas medidas que permitan recuperar la confianza. Y por más que no se quiera hablar con todas las letras, lo que hay que hacer es difícil de plantearlo con todas las letras durante la campaña: arreglar con los holdouts, sincerar el tipo de cambio y levantar el cepo aparecen entre las prioridades. Pero todos los temas deberán encararse en forma simultánea.

En el medio, cada candidato tiene su propio proyecto de blanqueo de capitales para que al menos una porción de los u$s 250.000 millones que los argentinos mantienen fuera del sistema sean aplicados a la actividad productiva. O al menos que se produzca una exteriorización de esos fondos.

La presencia de los economistas y asesores de los candidatos en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial en Lima es una señal del nuevo período que se avecina. Por lo menos en los últimos cinco años la presencia argentina en este tipo de encuentros había resultado minúscula, casi imperceptible. Pero ahora la necesidad de recuperar la agenda internacional, acercarse a los organismos multilaterales y retomar contacto con los inversores vuelve a ser una prioridad.

Brasil no juega a favor, sino todo lo contrario. La economía este año caerá cerca del 2%, a lo que se agrega la fuerte devaluación del real.