Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Ahora sí que los dólares que quedan no alcanzan para todos

A menos de 60 días para las elecciones, el Banco Central y la AFIP no tuvieron otro remedio que empezar a limitar la entrega de dólar ahorro. El gran aumento de la demanda por parte del público ya le cuesta casi 700 millones de dólares mensuales al gobierno, pero al mismo tiempo ya quedan cada vez menos reservas líquidas para responder a los compromisos.

La situación demuestra hasta qué punto llega la preocupación por las reservas. Sucede que en los próximos 30 días habrá que pagar sumas millonarias por vencimientos de deuda: u$s 500 millones por el cupón de intereses del Bonar 2017, u$s 1.000 millones del bono de la provincia de Buenos Aires y u$s 6.000 millones del Boden 2015.

Al tiempo que habrá que utilizar muchos dólares, la estacionalidad no juega a favor. Ya desde agosto viene decayendo el ingreso de divisas provenientes del campo y la tendencia continuará siendo declinante hasta fin de año. En el momento de mayor necesidad de dólares es cuando menos entrada hay.

Hilando un poco más fino, al Central no le sobra prácticamente nada para hacer frente a los compromisos. Por supuesto que si pudiera contar con los 33.000 millones de reservas que informa diariamente, estaría más que holgado. Pero detrás de esa cifra hay 9.000 millones que se gatillaron del swap chino (es finalmente un crédito), u$s 8.000 millones de encajes de depósitos en dólares (son de los ahorristas) y otros 3.000 millones por pagos de bonos no realizados (es dinero de los inversores).

Por lo tanto, cuando se afina el lápiz, surge que las reservas que efectivamente se pueden aplicar a compromisos, en este caso relacionados con la deuda, apenas alcanzan los 13.000 millones de dólares. Como hay que pagar más de u$s 7.000 millones de vencimientos y además hay que responder a la demanda de dólar ahorro y a lo que el público pide para viajes al exterior, la conclusión es que prácticamente no quedarán dólares propios cuando llegue el 10 de diciembre.

El panorama para el futuro gobierno arranca así más que complicado: sin dólares en el Banco Central y con una enorme cantidad de compromisos en pesos que habrá que asumir con emisión monetaria.

El feroz atraso cambiario en medio de la ola de devaluaciones que se produjo en todo el mundo ya está pasando factura. Y la cuenta del debe dentro de tres meses será enorme.