Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Toda la carne en el asador

El Gobierno decidió acelerar a fondo justo en la recta final hacia las elecciones. En poco más de un mes se realizarán las primarias presidenciales, que serán decisivas para marcar tendencia, teniendo en cuenta el alto grado de polarización que marcan las encuestas. Nadie puede dudar a esta altura que toda la artillería de medidas está al servicio de Daniel Scioli, que ya aseguró puestos claves para el kirchnerismo en el Congreso y en la fórmula presidencial.

Las modificaciones en el impuesto a la venta de autos 0 km muestra hasta qué punto el equipo económico está dispuesto a avanzar para conseguir un impulso del consumo en este tercer trimestre. Revisando estos 12 años de Gobierno kirchnerista, cuesta encontrar una reducción de alícuota como la aplicada a los autos. Las economías regionales agonizan, pero a pesar de los insistentes pedidos no se modifica el nivel de retenciones.

Esta semana también se forzó a los bancos a prestar el 7,5% del total de sus depósitos para financiar la producción a una tasa negativa en términos reales: 18%, contra una inflación que se ubica en el 25%, mientras que la tasa de plazo fijo no puede bajar del 22%. También se podrán aplicar los fondos a descontar certificados de obra pública y hasta para financiar créditos hipotecarios y obras desde el pozo. En total serán $ 53.000 millones adicionales para la economía en un cortísimo plazo.

Por las dudas, el Gobierno sigue haciendo lo suyo a través del gasto público, que se mantiene creciendo bien por encima del 40%, 10 puntos por encima de los ingresos. Semejante desborde fiscal proyecta un déficit de 380.000 millones en 2015, pero es uno de los mecanismos elegidos para reactivar, a través de obras viales, reparto de fondos y aumento de partidas claves como la Asignación por Hijo y las asignaciones familiares, sin contar el aumento de subsidios requerido para mantener las tarifas congeladas.

Semejante desborde no será inocuo ni mucho menos. Pero el equipo de Axel Kicillof confía en desplegar una artillería lo suficientemente pesada como para evitar sorpresas desagradables en los próximos tres o cuatro meses. Ese “arsenal” ya ha sido desplegado:

? Emisión quincenal de Bonac, títulos emitidos por el Tesoro para reducir la dependencia de financiamiento del Banco Central.

? Uso intensivo de reservas para satisfacer la demanda de dólares de los ahorristas.

? Operativos cada vez más agresivos en la City porteña para evitar una escalada cambiaria.

Con todo esto, la apuesta es que la economía juegue a favor en la previa, evitar cualquier posible estallido y tirar para adelante los problemas serios. De todo eso ya habrá tiempo para ocuparse a partir de diciembre.