De los fondos buitre al Fondo Monetario

Pablo Wende

Sin pena ni gloria, Axel Kicillof pasó por Washington para participar de la reunión de Primavera del FMI y el Banco Mundial. El único anuncio relevante fue la concreción de una serie de compromisos del Banco Mundial para prestarle a la Argentina. A nadie le quedó muy clara la cifra en juego: algunos hablaron de u$s 650 millones y otros de u$s 1.500 millones, en todos los casos lejos de los u$s 2.000 millones que se habían ido a buscar.

Se trata, sin embargo, de números que dicen muy poco sobre la relación del Gobierno con organismos multilaterales. Primero, porque ese compromiso de desembolsos está sujeto a obras y programas concretos por parte del Gobierno, que no siempre terminan ejecutándose. Pero además falta otro dato clave: cuál es el monto que la Argentina le tiene que devolver a los organismos.

La información del propio Banco Central arroja que entre 2014 y lo que va del 2015, el balance cambiario con los organismos multilaterales da un resultado negativo de u$s 1.000 millones. Esto significa que los desembolsos de los organismos fueron inferiores a los pagos de intereses y capital que realizó la Argentina por préstamos recibidos en años anteriores.

El objetivo, por lo tanto, debería pasar en primer lugar por volver a equilibrar esta relación. En otras palabras, que como mínimo los pagos que efectúa la Argentina se vean compensados por nuevos préstamos tanto del BID como del BM.

¿Por qué se complicó tanto la relación? Básicamente por el voto en contra de EE.UU., que frenó varias iniciativas especialmente con el BM. Esto, aseguran en la Rosada, habría quedado superada.

Pero la gran incógnita es qué pasará con la relación entre la Argentina y el FMI. El equipo económico retomó la relación con los técnicos del organismo para la elaboración de un nuevo índice de precios, el IPCnu, que se divulga desde enero de 2014. Pese al entusiasmo inicial por números más cercanos a los cálculos privados, el tiempo demostró que las discrepancias entre la medición pública y privada volvió a ser significativa.

Más allá de esta relación estrictamente técnica, el cambio de gobierno el 10 de diciembre supone asimismo un cambio de la relación. “Nos vamos a tener que acercar a los organismos”, explicó Carlos Melconian, uno de los economistas de mayor confianza de Mauricio Macri durante la reunión del CICYP.

Aunque entre los temas urgentes aparece la necesidad de salir del cepo y avanzar con un arreglo con los “holdouts”, la futura relación con el Fondo también aparece como una asignatura urgente. Es más, puede que resulte imposible terminar un acuerdo con los fondos buitre si al mismo tiempo no se produce un acercamiento con el FMI.