Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Reaparecen viejos nubarrones

Por Pablo Wende

El canje de deuda y la búsqueda de fondos frescos que encaró el ministro de Economía, Axel Kicillof, terminaron en un rotundo fracaso. Finalmente se consiguió menos del 10% de los dólares que habían salido a buscar, ya que ni siquiera llegaron a u$s 300 millones frescos y tampoco hubo una adhesión significativa al canje de BODEN 2015 por BONAR 24.

De esta forma, el gobierno no consiguió ninguno de los objetivos planteados: despejar el horizonte de los abultados vencimientos de 2015 y al mismo tiempo conseguir dinero fresco para engrosar las reservas y enfrentar con mayor tranquilidad el margen electoral.

Para Kicillof, sin embargo, la operación resultó un éxito. Su argumento es que se presentaron al rescate anticipado de BODEN 2015 apenas u$s 185 millones. La exigua cifra refleja que los inversores no tienen intranquilidad en relación al futuro pago que deberá hacer el gobierno. Paradójicamente para el Central hubiera resultado un ahorro importante pagar hoy u$s 97 por cada 100 dólares de valor nominal de este título, considerando que en 10 meses deberá destinar u$s 107, o sea un 10% más.

Es cierto que no ayudó el momento que se está viviendo en los mercados, ante la brutal caída del precio del petróleo. Durante toda la semana se produjo un “vuelo a la calidad” de los inversores, lo que generó la suba del oro y los bonos del Tesoro de EE.UU. Como contrapartida, sufrieron los bonos y las monedas de los mercados emergentes, incluyendo los títulos argentinos.

El “timing”, por lo tanto, resultó errado. Pero no fue el único problema de la operación. Desde Wall Street ya habían llegado advertencias, criticando la rigidez del canje y las dificultades técnicas para llevar adelante la transacción. Y a esto se sumaban las dificultades operativas vinculadas con el default técnico.

Si el objetivo era conseguir fondos frescos y encarar con mayor tranquilidad 2015, en particular sin la presión de tener que negociar con los fondos buitre, es evidente que ahora todo se complica.

Si bien no está claro que después de este traspié vaya a producirse un cambio de postura del equipo económico, quedó en evidencia que la Argentina sigue sin tener acceso a los mercados financieros. Y que probablemente la única manera de conseguirlo será llegando a un arreglo con los “holdouts”. Por eso, los buitres salen fortalecidos ante este paso en falso, así como una colocación exitosa hubiera sido perjudicial para sus intereses.

Sin dólares frescos que hubieran fortalecido las reservas con recursos genuinos, 2015 presentará un panorama parecido al segundo semestre de este año.