Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Y si faltaba algo, “La ballena azul”

El caso que encendió la alarma en Sudamérica se presentó este año en Vila Rica, Brasil.

Allí una joven de 16 años se quitó la vida ahogándose en un lago. La encontraron con numerosos cortes en el cuerpo.

Muy cerca, otra adolescente, de 14, confirmó las sospechas: ya había cumplido 48 de las 50 pruebas que propone "La ballena azul". Un macabro juego suicida que nació en Rusia, mediante Facebook. Y lamentablemente ya está entre nosotros. En Bahía...

El jueves, un chico de 14 años tuvo que ser atendido por una ambulancia tras haberse lastimado y luego reconoció que fue en el marco del "desafío".

Este siniestro reto viral, cuya última prueba pasa por quitarse la vida, derivó en más de 130 suicidios de adolescentes rusos.

¿Estamos en presencia de un flagelo difícil de detectar? Lo más común de esta práctica terrorífica, agazapada entre las redes sociales, es que los jóvenes sean captados por Facebook.

Quienes proponen el tortuoso camino de 50 etapas utilizan perfiles falsos y reparten mensajes por Messenger o WhatsApp, invitando a unirse a grupos cerrados. Lo que se comparte ahí sólo puede ser visto por los miembros de ese grupo. Un dato no menor...

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El reto de "La ballena azul" debe su nombre a una característica muy particular del cetaceo, que por voluntad propia se acerca a las costas para morir.

En los grupos de la red social rusa, los administradores plantean distintas pruebas como no hablar con nadie durante todo un día o ver sin interrupciones más de 24 horas de películas de terror, que suben de tono hasta volverse tétricas. Insufribles.

También surgen juegos de autolesión, como el "dibujo" de una ballena con un cuchillo -generalmente en el antebrazo-, hasta distintos retos que llevan al colapso psicológico.

La prueba final, tras 50 pasos y días, es suicidarse.

Si los padres ya teníamos que abrir bien los ojos con el fantasma abominable del "grooming", esa práctica aberrante por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, ¡ahora esto!

Al cabo, otro vestigio de tiempos donde las redes sociales, tan mágicas, tan complejas, abren todo tipo de puertas. Algunas de ellas, hacia escenarios desconocidos. Y harto peligrosos para el bienestar de nuestros chicos.

Fundamentalmente, por los bajos niveles de autoestima que convierten a los jóvenes en víctimas potenciales de este juego que se viraliza por la red.

Será cuestión, entonces, de asumir que un niño o adolescente que se sienta escuchado y querido por su entorno se querrá a sí mismo y no le será fácil caer víctima de este tipo de práctica siniestra.

Y de estar más alertas que nunca. De abrir bien los ojos para alejarlos de las peores mentes que pululan en Internet.

Esas que sobrevuelan. Y nunca descansan.