Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El golazo de un no vidente iraní

Behzad Zadaliasghari abre los brazos y es como si mirara el cielo, agradecido, por semejante gol. Pero se trata de un no vidente. Incluso, lleva puesto un “cubreojos” que lo aleja todavía un poquito más de tantas miradas incrédulas, llenas de sorpresa.

Jugador de la selección iraní de fútbol, este "volante ofensivo" demostró en los Juegos Paralímpicos que finalizaron ayer en Río de Janeiro que su ceguera no es obstáculo suficiente para que tire caños y gambetas. O para zafar de hasta cuatro contrincantes marroquíes y armar una jugada a lo Messi, digna de los más grandes.

Como él, otros 4.349 deportistas ciegos, con discapacidad física, intelectual o parálisis cerebral, procedentes de 175 países, acudieron a esta cita de once días para demostrar sus capacidades competitivas. Pero sobre todo para brindar un notable ejemplo de superación. Y simplemente, conmovieron.

No contaron, claro, con la prensa, ni con la adrenalina, ni los sponsors de los Juegos Olímpicos. Lejos estuvieron de todo aquello que regocijó al mundo durante agosto pasado.

Pero representaron el escenario ideal para comprender de qué se trata el verdadero esfuerzo. Las ganas de vivir, de sentirse plenos aun con sus limitaciones a cuestas.

Esencialmente, porque asumir el desafío de encontrarle la vuelta a esta maravillosa instancia que es la vida, y poder cultivarla día a día “a pesar de todo”, significa de por sí trascender. Ganarse una medalla dorada.

Es el plus que aquellos supuestamente "capacitados", en general, no suelen ofrecer.

Esta gente acaba de participar en 22 disciplinas deportivas. Y se ganaron algo más que el respeto. Se ganaron la admiración.

"Celebramos un gran desafío, el de construir un mundo nuevo, más accesible para todos, más justo, más fraternal y dónde todos podamos caminar sin obstáculos. Los atletas nos inspiran con su pasión. Sois súper humanos, no conocéis lo imposible. Vamos a construir juntos un mundo nuevo", les tributó Carlos Arthur Nuzman, del Comité Paralímpico brasileño.

A lo lejos, un pensamiento compartido.

Y que debe cultivarse con el ejemplo.