Gastón Duprat regresa al vecindario

Redacción de La Nueva.

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 El hombre de al lado es, entre otras cosas, una comedia negra que habla del cruce de culturas, del temor a la mirada del otro y a lo extraño, temas planteados a partir de un conflicto entre vecinos por la construcción de una ventana medianera.

 Es, también, el tercer largo de la dupla creativa conformada por Gastón Duprat y Mariano Cohn, responsables de El artista (2008), y del documental Yo presidente (2007), amén de los ciclos televisivos Televisión abierta y Cupido.

 El estreno nacional que motivó su llegada a la pantalla bahiense fue en simultáneo con Buenos Aires, La Plata, Rosario, Córdoba, Tucumán, Mendoza y Salta. Tiene garantizada, además, su distribución en Estados Unidos, Francia y Portugal y ya fue adquirida por la cadena internacional HBO para su exhibición en televisión, después de un periplo por festivales internacionales, de donde regresó con premios de Sundance, Toulouse, Lérida, Nueva York y la nacional Mar del Plata.

 Gastón Duprat celebra pero no canta victoria.

 "Las primeras semanas de exhibición resultan cruciales para la vigencia comercial de la película", se contiene, mientras dialoga con "La Nueva Provincia" desde la producción del próximo filme a codirigir con su socio.

 Dice --no obstante los avales obtenidos de la crítica y el público de festivales-- que confía en el apoyo del cinéfilo masivo y cuenta con el aval bahiense.

 "Llevar esta película a mi ciudad de origen fue una apuesta especial", apunta.

 -- Cómo se dio la oportunidad de estrenar en otros países.

 -- A partir del Festival de Sundance. La película se vendió a la televisión norteamericana, puntualmente a HBO, y otro de los efectos colaterales fue el estreno, a fin de este año, en Estados Unidos, Francia, Portugal y España.

 "Eso está bárbaro porque va in crescendo y la idea es que la película se vea lo más posible".

 -- Las 33 copias destinadas al mercado argentino son dato de un fenómeno similar con proyección interna.

 -- Sí y es verdad que insistimos para que el estreno fuese simultáneo en el interior. Por eso está en las plazas principales y en Bahía Blanca, que significó una intención extra.

 -- Son las primeras plazas. ¿Esperan un tranco largo por las demás?

 -- Sí, claro. Pero también sabemos que estas primeras semanas de exhibición son cruciales para la vigencia comercial. Por eso necesitamos que la gente apoye el producto y vaya verla.

 -- ¿El público demostró con "El artista" que adhiere a al tipo de cine que proponés junto con tu socio Mariano Cohn?

 -- Entendemos que sí. Y fue buscado porque es el cine que nos gusta. Creemos en el cine de calidad pero popular a la vez. No son características irreconciliables y es el cine que preferimos quienes consumimos películas de Tarantino, los Coen y tantos otros ejemplos.

 -- Son películas con capas, con vueltas de tuerca y muchos guiños. ¿Allí es donde se vuelve fundamental el imaginario y la experiencia de tu hermano?

 -- De algún modo sí. El de El hombre de al lado es el segundo guión que Andrés escribe para nosotros y enfoca en historias para todo el mundo, en un cine que prescinde del elitismo pero que no por eso deja de lado análisis más profundos o apelaciones intelectuales. Pero son películas para que vea y disfrute todo el mundo.

 "El hombre de al lado invita a reírse de uno mismo, sin importar en que lado de la sociedad estés posicionado".

Socios por tres

 -- ¿Andrés participa también en el proyecto que están armando?

 -- Sí. Pero esta vez el guión lo escribimos entre él, Mariano y yo.

 -- ¿Que se llama..?

 -- Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo. Está basada en un cuento de Alberto Laiseca. Se va a empezar a filmar pronto, a mediados de este mes, y los protagónicos son de Eusebio Poncela, Emilio Disi y Darío Lopilato. Un elenco ecléctico.

 -- En verdad, ¿a qué responde la elección?

 -- A que daban con el fisic du rol, claro, y a que son los tres grandes actores y en ellos encontramos lo que queremos. Es decir: en el caso de Disi y Lopilato asumen roles dramáticos, poco comunes en su trayectoria.

 -- ¿Podés adelantar de qué va la trama?

 -- Es la historia de un hombre común, un estereotipo argentino de 70 años, con una vida aburrida y gris, de esos hombres que echan las culpas de sus males a los demás y coloca sus problemas fuera de él.

 "Este hombre se encuentra con Mefistófeles, que interpretará Eusebio Poncela. En un bar, acuerdan que, a cambio de un millón de dólares, él volverá a diez años atrás en el tiempo, pero con la sabiduría del presente.

 "Ese viaje subjetivo, le dice el Diablo, sucederá en cinco minutos y se producirá cuando él protagonista le diga a su mujer que va a comprar cigarrillos al quiosco y vuelve".

 -- ¿Cómo tentaron a Poncela? ¿Será una coproducción?

 -- No. En principio es una película argentina. Poncela fue especialmente buscado. Le habían gustado nuestras películas anteriores así que vino especialmente para filmar con nosotros.

 -- ¡Qué honor!

 -- La verdad que sí. Porque aparte de ser un excelente actor es un profesional del cine y está haciendo aportes muy importantes al guión.

 -- "El artista", parece, les abrió nuevas puertas. ¿Le van a deber mucho a esa película?

 -- Sí, y a El hombre de al lado, si la gente responde. Eso nos permitiría seguir haciendo películas e intentando. El cine es muy caro y muy difícil de continuar.

 "Por eso. Seguimos invitando al espectador a identificarse con uno y otro personaje y a sentirse interpelado, por qué no, de una manera muy divertida".

 -- Hablaste de costos. ¿Es más cara "Querida..." que "El artista" o "El hombre de al lado"?

 -- En algún punto sí, por la devaluación de la moneda. Pero el presupuesto que usamos es similar; por lo mismo, un poco menor que el de las anteriores. Es mucha plata para el bolsillo común pero muy poco en términos de cine si se compara con otras producciones.

 "De cualquier modo, nosotros seguimos creyendo que se puede hacer muy buen cine sin un gran presupuesto".

 -- Un detalle final. ¿Qué fue esa perla hitchcockiana o shyamalaniana de filtrarse con Mariano delante de la cámara?

 -- ¡Ah! ¿Viste? (risas). Un papelito menor como asistentes de una periodista. Un gusto que nos dimos.

María Inés Di Cicco/"La Nueva Provincia"