El juez del caso Suris apunta a la droga, a otros delitos y a policías

Redacción de La Nueva.

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   El juez federal subrogante Santiago Martínez le pidió al fiscal Alejandro Cantaro que investigue si la banda narco bahiense cuyo “jefe u organizador” era Juan Suris también cometía otra serie de delitos, entre ellos blanqueo de capitales, robo y venta de combustible y evasión de impuestos.

   En su última resolución, de 64 páginas, el juez además menciona una “innegable connivencia policial” y cita “numerosos ejemplos” que surgieron de más de 2.000 horas de grabaciones en un período de investigación que supera el año y medio.

   En la causa ya hay 10 imputados con prisión preventiva, mientras Suris sigue prófugo.

   El juez Martínez sostiene que Suris operaba con “cobertura” y que “varios efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires se ven involucrados en su accionar”.

   Agrega que esos uniformados “colaboran con zonas liberadas para el comercio de estupefacientes o para la práctica de tantas otras actividades delictivas”.

   También apunta a “algún efectivo de la delegación local de la Policía Federal” y al Servicio Penitenciario Bonaerense. Y adjudica a miembros de distintas fuerzas una fuga de información que puso en riesgo un procedimiento clave.

   Martínez lista más “negocios ilícitos” vinculados a la banda bahiense. Entre otros:

   -Interés por ingresar en la Argentina 300 ciudadanos chinos a 20.000 dólares cada uno,

   -venta de dólares en negro,

   -negocios con tierras fiscales,

   -compraventa de IVA,

   -mercadería de importación,

   -autos “truchos”,

   -distribución de dólares falsos, y

   -venta de cereales en negro.

   En esta última actividad figuran vinculadas una “alta autoridad portuaria” y una “autoridad municipal” del centro bonaerense.

   Finalmente, para el juez Martínez “existen fuertes indicios” respecto de que Juan Suris movía droga en “la farándula capitalina” y las conexiones “alcanzan a un conocido personaje de trascendencia nacional” y a gente de la televisión.

Qué se escuchó 

-Hay “más de 14 nombres concretos” de policías mencionados. Entre ellos, algunos de las comisarías Primera, Segunda, Cuarta y Quinta, oficiales, jefe de calle, “un altísimo funcionario policial” y un comisario local a quien Suris dijo “haberlo puesto en el cargo”.

-Uno de los detenidos recibía “favores” a cambio de droga para agentes carcelarios. Incluso aparece el nombre del director de un penal.

-Suris invoca “el apellido de un conocido político para que le ‘dejen de romper las pelotas’”.

-“Me parte al medio, es un boludo”, dice Suris en una escucha del 6 de junio de 2013, a las 10:50, sobre casi un kilo y medio de cocaína incautado y dinero secuestrado.

-Hay elementos que permiten enfocar la ruta del abastecimiento de droga a dos personajes identificados como “El Ecuatoriano” y “El Boliviano”.

-Nombres para referirse a las drogas: `ropa´, `plata´, `teléfono´, `cargador´, `gomas´, `llanta´, `eso´, `resmas´, `motores´, `skate´, `auto´, `cargar tarjeta´, `ojotas´, `zapatillas´, `Cerealitas´, `flores´, `zapatos´, `cds´, `pintura´, `souvenir´, `papelitos´ y `BlackBerry´.
Con la misma finalidad los encausados empleaban los términos `talco´, `champagne´, `pen drive´, `alfajor´, `Ramón´, `chips´, `programas para música´, `chequera´, `obras de arte´, `tickets´, `repuestos´, `camisetas verdes´, `camisetas blancas´, `Falcon´, `muestra de perfume´, `re palazo´, `Maizena´, `mortadela´, `Fadea´, `calzones´, `prendas´, `lechones´, `luz´.

Textual del juez Santiago Martínez

“No cabe ni la más mínima duda de que Juan Ignacio Suris usufructuaba una relación de poder desde la cual no sólo adquiría estupefacientes en la ciudad de Buenos Aires sino además definía quién la trasladaba, cómo lo hacía, a quién se la entregaba, con qué periodicidad, a cambio de cuánto dinero y, una vez en esta ciudad, decidía con quién operar, cuándo distribuir, a qué precio vender, cuánto estirar la mercancía, cómo era la forma de pago y quién se encargaba de recolectar el pago.”