Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

Las mil y una maneras que se usan para intentar ingresar drogas a la cárcel

Son variadas y llamativas las modalidades adoptadas por quienes van a visitar a detenidos. Tras un pico en la pandemia, la cantidad de casos permanece estable. 

Fotos: Emmanuel Briane y Archivo LN.
imagen
layout="fixed-height">

Audionota: Danilo Belloni

A fines del mes pasado personal penitenciario descubrió que desconocidos intentaron ingresar drogas a una cárcel de la localidad santafesina de Coronda utilizando palomas mensajeras.

El peso del envoltorio que transportaba le impidió levantar vuelo con la altura necesaria para sortear el alambrado perimetral y el ave terminó lastimada.

Las modalidades y artilugios utilizados para intentar disimular las sustancias cambian constantemente y obligan a que las autoridades pongan especial atención en el registro de las visitas.

La situación también se evidencia en los dos establecimientos penales de nuestra región, con secuestro de drogas colocadas en el interior de alimentos, dentro de la ropa de menores u ocultas en zonas íntimas.

La cantidad de causas por hechos de este tipo tuvo su pico en la pandemia, aunque en los años siguientes el promedio de investigaciones en marcha permanece estable.

Fuentes de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 19 dijeron que a lo largo de 2020 se detectaron 206 casos.

“La diferencia es abismal y tiene que ver con el control de los depósitos de mercadería que llegaban, porque no estaban permitidas las visitas”, señalaron.

Durante el año siguiente se detectaron 16 intentos de entregas de sustancias, mientras que en 2022 el número subió a 30 y durante el año pasado se registraron 20 hechos.

Voceros del Ministerio Público señalaron que durante 2024 se descubrieron 5 intentos, por lo que una proyección permite estimar cifras similares a las del período anterior.

También informaron que en las requisas la mayor parte de las sustancias decomisadas son marihuana, cocaína y psicofármacos.

Agudizan el ingenio

Las fuentes mencionaron que la mayor parte de los secuestros se producen por el descubrimiento de droga dentro de la mercadería que las visitas llevan para entregar a los detenidos.

Aunque también señalaron que a lo largo de los últimos meses constataron intentos de ingresar drogas a las unidades penales de manera muy particular.

Por ejemplo, en una oportunidad el personal penitenciario halló elementos ocultos en la costura de una bolsa ecológica en la que habían colocado objetos para un interno.

También en el interior de sobres de jugo en polvo, en frascos de shampoo o acondicionador, en un paquete de harina o en papas que previamente había sido ahuecadas.

De la misma forma, se incautaron drogas dentro de huevos, en frascos de dulce y en pollos.

“En una oportunidad se descubrió que habían colocado tarugos conteniendo sustancias en las costillas de una tira de asado”, explicaron.

Agregaron que también es común que las visitas oculten estos elementos dentro de la ropa interior o en alguna parte de su cuerpo.

Los voceros señalaron que recientemente se descubrió un caso en el que una mujer había ocultado drogas en la ropa de su hijo menor de edad, con quien concurría al penal para visitar a su pareja.

Indicaron que en ese caso se iniciaron actuaciones por el secuestro y también la justicia le dio intervención al Servicio Local del municipio.

Posible destino

“El ingreso de drogas es para consumo de los detenidos o para desarrollar el comercio en el interior de los penales. No es fácil determinarlo, porque muchas veces depende de si está fraccionada o no, si ya se ha intentado entregar o no anteriormente para considerarlo consumo”, refirieron.

“Según la circunstancia individual de cada caso, es probable que no sea solo para consumo, si no que se utilice como herramienta de trueque, o la utilización compartida, pero siempre a cambio de algo”, siguieron diciendo.

También describieron que el tipo de delito por el que fue condenado el detenido para quien va dirigida la droga que se pretende ingresar, es un parámetro para saber si tiene como fin la utilización personal u otro destino.

Sustancias escondidas

Al menos tres mujeres fueron sentenciadas por haber sido descubiertas intentando ingresar drogas a la cárcel de Villa Floresta ocultas en partes íntimas de su cuerpo.

En septiembre de 2022 el Tribunal en lo Criminal Nº 1, en un debate abreviado, le impuso la pena de 3 años de prisión en suspenso a Daiana Nungeser. 

La mujer fue imputada por un hecho ocurrido el 6 de junio de 2022, cuando pretendió entregarle a un interno del penal bahiense un envoltorio conteniendo 70,8 gramos de cocaína. Durante la requisa a las visitas, el personal de Servicio Penitenciario encontró la droga en el interior de su corpiño.

En octubre de 2022 el Juzgado en lo Correccional Nº 3 condenó a Micaela Belén Giménez Coronel.

Se determinó que el 22 de diciembre de 2021 concurrió a la cárcel de Villa Floresta para visitar a su pareja y durante el registro hallaron dentro de su ropa interior pequeños envoltorios conteniendo 98 gramos de marihuana, 1,5 de cocaína y 22 microdosis de LSD.

Finalmente, durante el pasado mes de marzo, el Juzgado en lo Correccional Nº 2 sentenció a un año y medio de prisión de ejecución condicional a Betiana Macarena Matus.

La joven fue descubierta el 19 de junio de 2022 cuando quiso entregarle a su hermano 21,7 gramos de marihuana y 1 de cocaína.

En la inspección de rutina el personal penitenciario secuestró un envoltorio que descubrió “escondido entre sus partes íntimas”.